Tercera entrega de la saga Rec. Las dos primeras fueron dirigidas por Paco Plaza y Jaume Balagueró, para luego turnarse, esta tercera solamente por Plaza y la cuarta por Balagueró.
Vuelve a jugar con la ficción disfrazada de realidad que ahora se vale del artificio de mostrar una boda en la que aparecerá el horror de los zombis. Empieza con el vídeo montado de la boda, pasa a los planos de cámara (la cámara del profesional contratado en el evento y la de un primo del novio que maneja una cámara doméstica), pero luego otra vuelta de tuerca, cuando se abandona la cámara, para seguir mostrando la película con una planificación y montaje normal. Por primera vez, Rec escapa del corsé de la cámara en mano.
Me gusta la historia, una boda en un lugar de esos en los que se celebran los convites y en el que aparecerán los zombis porque uno de los familiares ha sido mordido por un perro. Los novios son los héroes de la acción y los familiares y amigos son los monstruos.
Muchos puntos de humor: el animador infantil, las armaduras, las canciones de amor, el inspector de la SGAE, el sonotone del abuelo sordo, ....
Sangre, sustos, buenas escenas y un final impactante en el que nadie se salva, de los policías y científicos que rodean el lugar donde se celebra la boda. Los zombies vuelven a tener una relación directa con la religión ya que las palabras del cura, la iglesia o las cruces, les paralizan.
Fantástica Leticia Dolera en el papel de la novia y algo soso el novio interpretado por Diego Martín.
Me gusta menos que Rec pero más que la segunda parte, hasta hubo momentos en que me gusta muchísimo, llegando a pensar en la posibilidad de darle cuatro estrellitas. Ahora solamente me falta por ver la cuarta.
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