19 de agosto de 2015

BEFORE SUNSET (ANTES DEL ATARDECER, 2004) - Richard Linklater



Los personajes de Before sunrise (Antes del amanecer, 1995) se reencuentran nueve años después, el mismo tiempo en la ficción que en la realidad para el estreno de esta secuela en la que Richard Linklater retoma la historia con la sorpresa de que no acudieron a la cita con la que se despidieron en la antecesora y ahora se encuentran cuando Jesse presenta un libro, que trata sobre el día que pasaron juntos en Viena, en la ciudad donde vive Celine.

Por lo tanto, es en París donde transcurre la historia. Otra vez un solo día, esta vez unas escasas horas, para que ambos se cuenten como les va la vida, vuelvan a hablar de cualquier cosa que aparezca en la conversación, paseen por la ciudad y comprueben que siguen teniendo una afinidad extraordinaria. 



El paso del tiempo les ha hecho cambiar. Cada uno ha tenido diferente trayectoria vital. Su físico también ha cambiado y al estar rodada justo con el mismo tiempo transcurrido que en la ficción, vemos como han cambiado Jesse y Celine en los rostros de Ethan Hawke y Julie Delpy, que vuelven a estar magníficos. 

Y este paso del tiempo es el que hace que la película gane enteros. Entendemos que los sueños de juventud han dado paso a la realidad actual, que la historia inacabada entre ellos fue idealizada visto que luego no han vuelto a verse en nueve años, que el trabajo, el amor, la muerte de seres queridos o el nacimiento de hijos, les ha ido cambiando interiormente. Que la vida iba en serio y lo importante es que pese a todo se han vuelto a encontrar.

De nuevo, finaliza la película y no sabemos que pasará con ellos. Jesse tiene que coger un avión, Celine le dice que como siga en su casa va a perderlo, la música suena, esta vez no hay una promesa de encontrarse en el futuro ni tampoco una despedida. El fundido en negro final les deja juntos, siguen llevándose bien, se han contado sus vidas y todo queda en el aire.

El director ha conseguido superar a la primera película. Aquí se desprende de cierta artificialidad y los personajes respiran mejor, más reales y para mí (tal vez porque yo también he cumplido más años y he cambiado mi manera de ver la vida) son más reconocibles. Tendrán que pasar otros nueve años para la tercera película.

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