Luis Buñuel consiguió por fin adaptar la novela Cumbres borrascosas de Emily Bronté aunque con un reparto que no le convencía, presupuesto limitado, rodaje rápido y desacuerdos con la sonorización musical durante el montaje, aparte de que ya tenía un precedente cinematográfico de William Wyller en 1939.
Sin embargo, la película funciona y traspasa el buen hacer del director al resultado final. El reparto me gusta aunque Jorge Mistral tuvo muchas críticas por esta interpretación a mí me parece que da el tipo. También me convence la pasión malsana que fundamenta la relación amorosa entre Alejandro y Catalina, así como los personajes secundarios.
La historia de amores, venganzas y culpas familiares, se hace interesante hasta el final. Destacan los toques del director como esas mariposas clavadas en alfileres, el niño odiado por su padre que paga en él sus frustraciones, el amor de Alejandro por Catalina hasta después de muerta y toda esa mezcla de religión, sexo y relaciones familiares que son tan características de sus obsesiones.
Creo que ya la había visto pero, la verdad, es que no recordaba ni una sola de sus escenas por lo que tengo la duda.
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