Argumento: Wyatt Earp se queda en el pueblo de Tombstone para ejercer de sheriff junto con dos de sus hermanos y así poder detener al asesino del pequeño de los Earp.
Director: John Ford, el director de los western, dirige uno de los mejor valorado aunque en su estreno no fue premiado. Ford ya llevaba tres Oscar como mejor director: The Informer (El delator, 1935), The Grapes of Wrath (Las uvas de la ira, 1940) y How Green Was My Valley (Que verde era mi valle, 1941) y todavía iba a conseguir uno más con The Quiet Man (El hombre tranquilo, 1952).
Actores: Papel principal para Henry Fonda como Wyatt Earp, junto con Victor Mature en el papel de Doc Holliday. Sorprende el malvado que interpreta Walter Brennan y no quiero olvidar los dos papeles femeninos de Linda Darnell (Chihuahua) y Cathy Downs (Clementine).
Datos: Se me hace imprescindible comentar el desaguisado del cambio del título en España por "Pasión de los fuertes" cuando en el original tenemos el nombre de la mujer que enamora al protagonista y asimismo es la canción que está en la banda sonora de la película.
Crítica: El famoso episodio del tiroteo en el OK Corral ha sido recreado en varias películas y ésta es una de las más famosas. La épica aparece con mayúsculas cuando los personajes son Wyatt Earp y Doc Holiday pero es que además está la interpretación de un magnífico Henry Fonda en la piel del sheriff junto con un Victor Mature, tan inexpresivo como siempre, pero que consigue con su gesto doloroso componer un personaje creíble.
La película tiene algunas escenas maravillosas. Algunas tan sencillas como simplemente ver a Henry Fonda balancearse en su silla, encantadoras como la manera en que se enamora de Clementine, y de una acción inigualable las que muestran la persecución a caballo del sheriff tras la diligencia dónde escapa el que cree que es el asesino de su hermano pequeño.
El western clásico en estado puro. Personajes buenos que buscan la justicia, venganzas, malos que no dudan en apretar el gatillo para conseguir sus propositos, esa maravillosa barra del saloon del pueblo, las partidas de poker y muchos detalles en las escenas intimistas o de acción.
John Ford muestra su maestría tras la cámara. Siempre colocada en el sitio exacto, componiendo escenas de un lirismo muy bello y demostrando una gran técnica en esos planos con profundidad de campo.
No la considero una obra maestra porque se me hacen un poco fríos los personajes (algo muy propio del western clásico) pero es una de las mejores que he visto de su director.
2 comentarios :
¡Lo de los títulos que les ponían a las películas en otros tiempos es increíble! Y parece que los westerns y la ciencia ficción eran los que recibían nombres más imaginativos. Este film en concreto es de lo que más gracia me ha hecho siempre en ese aspecto, aunque "Centauros del desierto" también tiene imaginación... y delito.
Hace mucho tiempo que tengo pendiente recopilar muchos de esos títulos españoles que son tan diferentes de los originales pero nunca me pongo a ello.
Publicar un comentario