5 de octubre de 2014

BOYHOOD (Boyhood. Momentos de una vida, 2014) - Richard Linklater




Argumento: La historia de un niño desde los 6 años hasta los 18. Mason, hijo de una pareja de separados, vive con su hermana y su madre. Ésta quiere volver a la universidad para tener más posibilidades de mejora económica y, junto con sus dos hijos, se muda a Houston. Uno de los primeros cambios, de los muchos que le esperan, en la vida del protagonista.

Director: Su mayor éxito es la trilogía Antes del amanecer, Antes del atardecer y Antes del anochecer, aunque también tiene otras películas conocidas como A Scanner Darkly.

Actores: Durante 12 años se reunieron con el director para rodar secuencias de esta película. Destacan los padres del protagonista, Patricia Arquette y Ethan Hawke junto con éste interpretado por Ellar Coltrane.

Datos: Lo más llamativo de este estreno, es que ha sido rodada durante 12 años aunque solamente en 39 semanas, por lo que los mismos actores han interpretado a los personajes y así el paso del tiempo queda reflejado en sus físicos y se consigue mayor veracidad que si se hubiese usado maquillaje o varias actores interpretando al mismo personaje. Este dato, la excepcionalidad de un rodaje tan particular, es lo que más puede atraer al público a la sala de cine.



Crítica: Naturalidad por bandera. Una historia en la que no se cuenta nada más que el paso de la vida de su protagonista principal. Mason, hijo de padres separados, que se ve envuelto en el torbellino vital de varias mudanzas, dos padrastros, cambios de ciudad y colegio, y las distintas relaciones de un chaval que va creciendo. No pasa nada más que eso, el transcurrir de la vida con los propios avatares familiares y personales del protagonista de la ficción. 
Así hay escenas que no cuentan nada extraordinario y otras que son momentos importantes en su crecimiento vital. La historia no busca impactar ni tiene un guión con inesperados cambios o sucesos extraordinarios dignos de ser contados. Todo se reduce a ver crecer a este chaval, a ver como también envejecen y cambian las personas a su alrededor, pero ahí está su fascinación. 
Sin ninguna ampulosidad, con un ritmo pausado que se recrea en las miradas, en los diálogos y en sucesos puntuales (igual que se podían haber contado otros), la película avanza y me quedo enganchado a lo que me cuenta. ¿Que lo que me cuenta no es nada especial? Para mí sí que lo es ver como este chico va creciendo y los pasos que va tomando en la vida, algunas veces obligado por las circunstancias (terribles las escenas en que su primer padrastro utiliza la violencia contra los niños) y otras por sus propias decisiones.
El elenco actoral me gusta mucho. Ethan Hawke recrea a un padre maravilloso en la relación con sus hijos aunque haya delegado la mayor parte de la educación en la madre, Patricia Arquette es esta madre que no tiene suerte ni acierto con sus parejas pero siempre sigue luchando para salir adelante, Lorelei Linklater (hija del director) es la hermana que no es que tenga mucho feeling con su hermano en la ficción aunque  es un referente familiar para éste y, por último,  a Ellar Coltrane lo vemos crecer, cambiar y pasar de ser ese niño soñador a un joven con ganas de hacer cosas por sí mismo. 
No es una película que recomendaría a todo el mundo, entiendo que hay espectadores que se pueden aburrir muchísimo mientras la ven pero a mí me ha parecido de lo mejorcito que he visto en pantalla últimamente tanto por su excepcional manera de estar rodada como por ese fluir vital de un film que simplemente intenta atrapar un vida corriente (claramente de un protagonista norteamericano) en la que lo único que pasa es que el tiempo no se para y no nos queda otra que asimilar que en eso consiste vivir: en tomar decisiones y capear las malas rachas para disfrutar luego de las buenas.

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