Argumento: Ivan Locke sale del trabajo pero no vuelve a su casa. Ha tomado una decisión después de recibir una llamada telefónica y, el camino que toma conduciendo su vehículo, le cambiará totalmente la vida.
Director:Segunda película como director del británico Steven Knight después de Hummingbird (Redención, 2013).
Actores: Un único actor en pantalla, Tom Hardy, aunque oímos las voces de otros que hablan con él por teléfono.
Datos: La curiosidad y originalidad de la cinta, consiste en que ocurre totalmente en el interior del vehículo de Ivan Locke y éste es el único personaje que vemos, mientras habla con diversas personas por el manos libres de su teléfono móvil y conduce hacia Londres. 
Crítica: Con un buen arranque e interés en los cambios laborales, familiares y existenciales del protagonista, la historia se va deshinchando por la falta de tensión, quedando más bien como un ejercicio narrativo en el que la historia no da para mucho más. Tom Hardy es la película ya que está omnipresente en la pantalla y la fotografía consigue que el escenario en movimiento del coche tenga vistosidad pero queda patente que necesita algo más que un personaje hablando por teléfono y resolviendo los problemas que le van surgiendo por la decisión tomada. En comparación, con la española Buried (también rodada con un sólo actor en un único escenario), no consigue el suspense de esa cinta porque el guión de Locke no da para más y hasta tiene que apoyarse en los artificiales monólogos del protagonista con su padre muerto para así meternos más en sus razones personales. Sin embargo, la película se deja ver, apoyada en la interpretación de Tom Hardy y en conocer como finaliza la trama.
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