Steven Spielberg llevaba muchos años buscando la manera de adaptar los cómics de Hergé a la gran pantalla. Ha sido gracias a su asociación en la producción con Peter Jackson, cuando el proyecto tanto tiempo acariciado, ha acabado siendo una película de animación con la técnica de motion capture de la compañía Weta Digital.
El resultado no puede ser más espectacular a nivel técnico. Los personajes, sus rostros y movimientos, así como el resto de la animación (destacando todo lo relacionado con la iluminación) tiene un nivel insuperable. Así nos encontramos con una adaptación visual al cine de las viñetas de Tintín que no pueden dejar insatisfecho a ningún espectador.
En mi caso que no soy nada aficionado a los cómics del personaje francés, aunque he leído alguno de sus álbumes, me quedo fascinado por la calidad de sus imágenes pero luego no acaba de convencerme la historia que la trama me cuenta. Cierto es que algunos de los pasajes me parecen brillantes, sobre todo las escenas iniciales cuando Tintín compra la maqueta del barco en el mercadillo y su posterior robo.
También me gusta la presentación de los personajes, desde Tintín al capitán Haddock; y no dejo de sonreír con las aportaciones del perro Milú. Pero, en definitiva, la película no me maravilla ni atrapa sin que eso sea motivo suficiente para decir que me aburra. Todo lo contrario, creo que es muy entretenida y seguramente veré sus continuaciones.
También me gusta la presentación de los personajes, desde Tintín al capitán Haddock; y no dejo de sonreír con las aportaciones del perro Milú. Pero, en definitiva, la película no me maravilla ni atrapa sin que eso sea motivo suficiente para decir que me aburra. Todo lo contrario, creo que es muy entretenida y seguramente veré sus continuaciones.
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