Vuelvo a Jonás Trueba. Es una pena que tenga que decir "volver" cuando nunca tuve que dejar de pasar de ver sus películas para ahora obligarme a recuperarlas.
Bonita historia de pareja de exnovios que se reencuentran años después, de un amor adolescente, un presente adulto y un futuro incierto. Madrid de nuevo como parte muy importante de la trama y sus calles, gentes y lugares llenando la pantalla.
Lo que puede ser solo una cita entre dos personas que quedan para ponerse al día, es un recorrido sentimental lleno de diálogos, silencios, paseos, bares, el concierto de un cantautor, una escena maravillosa de baile (lo mejor), el trayecto en motocicleta mientras empieza el día y al final, una vuelta al pasado, a la adolescencia de dos novios que conocen por primera vez el amor.
No es una película imprescindible pero para mí, sí que lo es como mira Jonás Trueba a sus personajes, como los ubica sentimentalmente y como me deja ser espectador de sus vidas, de una manera tan especial que me siento como un intruso en sus conversaciones, miradas y pensamientos. Ya solamente me queda una peli por recuperar de su filmografía...
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