No soy muy fan de la saga jurásica. La primera me gustó y después no he seguido su evolución aunque vi la anterior a ésta: Jurassic World (2015).
La verdad es que es el niño de la familia el que me lleva a ir al cine. Ni siquiera me interesa que la haya dirigido el español Bayona, pero una vez en la sala y acabado el supuesto espectáculo, acabo convencido de que este cine tan repleto de efectos especiales digitalizados no va conmigo. Es puro cine palomitero que se me hace más que largo y olvidable.
Hay escenas espectaculares, una actriz a la que me gusta reencontrarme después de un personaje inolvidable en la serie Black Mirror (Bryce Dollas Howard) y me gusta que Geraldine Chaplin sea uno de los personajes secundarios; pero lo peor que puedo decir, es que durante la película me daba igual que los monstruos fueran dinosaurios que aliens que cualquier otro bichejo que persigue a los buenos. Da complemente lo mismo. Acción sin más con monstruos y efectos especiales tan perfectos que le hacen perder todo el encanto aventurero a la historia.
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