Gracias al programa de TVE, "Historia de nuestro cine", estoy conociendo películas españolas de las que no tenía ni idea. La piel quemada es una de las que, nada más leer su argumento, tuve interés en ver.
El tema es la emigración desde el sur de España a Cataluña en busca de trabajo y una vida mejor sin que se pase por alto, el idioma catalán, las diferencias sociales y culturales o el masivo turismo extranjero en nuestras playas.
Un magnífico Antonio Iranzo interpreta al protagonista (no creo que este secundario nunca más volviera a hacerlo en una película), un trabajador de la construcción que ha emigrado a Lloret de Mar y la acción se sitúa en el día en que su familia, mujer con dos hijos y hermano, hacen un larguísimo viaje para reunirse con él.
Me sorprende el tratamiento de la emigración y del turismo. Es una historia muy avanzada para su época y raro que pasara la censura pero, también es cierto, que en su última parte, acabo un poco decepcionado con la historia de infidelidad a la que se le da demasiado importancia para mi gusto. De todas formas, me quedo con la grata sorpresa de haber descubierto esta buena película, distinta y singular.
El título incide en esa piel quemada, la de los turistas que se tuestan al sol en comparación con los albañiles que se queman la piel en los andamios de los apartamentos que se construyeron en el boom inmobiliario de los sesenta.
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