Creía que no la había visto porque la había olvidado por completo y eso que es un film comercial muy conocido. No en vano fue nominada a cuatro premios Oscar (entre ellos mejor película en la gala que triunfó Titanic) y acabó ganando el de las dos interpretaciones protagonistas por Jack Nicholson y Helen Hunt.
Nicholson se recrea con un papel que le va al pelo, el de un maniático que es poco amigo de hacer amigos ya que es raro que de su boca salga nada amable. Helen Hunt interpreta a la camarera que le soporta en el restaurante dónde él va a comer diariamente. Por medio tenemos al vecino homosexual interpretado por Greg Kinnear y a su simpático perrito.
La película se ve con una sonrisa permanente. Es divertido el excéntrico personaje de Melvin y comprobar como va cambiando a lo largo de la historia. Eso no quiere decir que sea un film con demasiadas virtudes salvo esa: la de entretener.
El director no se ha prodigado mucho en esa labor, hasta ahora solamente en seis películas, de las que he visto La fuerza del cariño (1983), Al filo de la noticia (1987) y Spanglish (2004). Ha trabajado más como guionista y productor.
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