El director de Secuestrados firma este thriller post-apocalíptico (coproducción España-Usa-Hungría-Francia) en el que los últimos supervivientes de una pequeña localidad, soportan el pasar de los días enfrentados por un amor compartido y unidos por una niña que ha crecido sin conocer los buenos tiempos del planeta Tierra.
Irregular aunque con cosas interesantes, me gusta hasta que aparece el bichejo, raza mejorada de los zombis desaparecidos, y que me quita mucho de lo que me estaba gustando de las relaciones entre los personajes. No se oculta que es una producción escasa para este tipo de historia pero también que el director sabe solventar la poca economía con buenas ideas.
En la parte final aparece Clara Lago en un personaje secundario que ni quita ni pone más que un rostro más a los pocos que componen el relato. La trama va decayendo y la película pasa sin demasiado cosas que me sirvan para recordarla en cuanto pase un poco de tiempo.
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