Dos veteranos directores londinenses habituales de la televisión, están al mando de esta comedia británica en la que una familia que no está en sus mejores momentos, pasa sus vacaciones en Escocia para celebrar el cumpleaños del abuelo.
Comedia familiar con demasiado protagonismo de los niños que cogen la rienda de la acción y son los artífices de la mayor parte de las secuencias. El tono blandengue hace que el humor ácido, que también lo tiene, vaya perdiendo fuelle y que además sea rematado por un final happy end.
De los actores, apuntar que Rosamund Pike ha estado en la última de David Fincher, Gone girl (Perdida), y que aunque los niños y los adultos lo hacen bien y la trama tiene alguna cosa salvable, se ve con bastante tedio. Menos mal que como banda sonora suenan los magnícos The Waterboys que me alegran la hora y media de buen rollismo y risas tontas.
0 comentarios :
Publicar un comentario