No ha sido estrenada en España esta segunda película dirigida por , la también actriz, Marion Laine. Coproducida entre Francie y Argentina, tiene su mayor aliciente en que está interpretada por Juliette Binoche a la que acompaña como protagonista el venezolano Édgard Ramírez.
Dramática historia de amor, alcoholismo e intervenciones de corazón. Tres puntos tratados con mucha intensidad y a los que les viene bien el título de "a corazón abierto" porque la relación entre el matrimonio formado por los dos cirujanos se muestra excesiva para lo bueno y para lo malo.
Ella está embarazada y él se encuentra atrapado en su adicción al alcohol. La estabilidad de la relación se va deteriorando con el tiempo aunque la directora permite que al final la realidad se mezcle con unas escenas oníricas que, sirven tanto para superar la angustia del desenlace, como para terminar con sentimientos encontrados frente a como acaba la historia.
Hasta llegar allí, la narración se ha centrado en el amor de Mila y Javier, en los problemas de él para mantener su trabajo, en las creíbles intervenciones de corazón y en definitiva, en una pequeña historia muy bien subrayada por una caligrafía con constantes fundidos en negro que, como precisos cortes de bisturí, van diseccionando este buen relato.
Lo mejor: los dos actores protagonistas y en especial la belleza de Juliette Binoche.
Lo peor: la angustia que se pasa en la parte final que, aunque es un valor a favor de la inmersión en lo que se cuenta, también hace sufrir al espectador.
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