Argumento: Seis relatos interconectados por la respuesta de unos personajes a situaciones que les alteran de una manera salvaje.
Director: Del argentino Damián Szifrón recuerdo la comedia Tiempo de valientes (2005) muy alejada del estilo de ésta, su tercera película.
Actores: Es un reparto magnífico en el que destacan, por ser más conocidos por aquí, Ricardo Darín, Eduardo Sbaraglia y Darío Grandinetti. 
Datos: Coproducida con España, en estos momentos se encuentra nominada a 21 premios de la Academia Argentina de cine. Seguro que unos cuantos (y otros) se llevará. 
Crítica: Aunque el formato de largometraje de episodios no sea muy de mi agrado, Relatos salvajes consigue un buen equilibrio entre los seis que componen su metraje. Sin tiempo para el respiro, comienza con un prólogo en el que los pasajeros que comparten vuelo tienen una extraña coincidencia; para luego dar paso a la camarera de un bar de carretera que tiene como cliente a un enemigo del pasado, los dos conductores enzarzados en un brutal combate automovilístico, el ingeniero envuelto en un problema burocrático que cambia su vida, la familia que intenta solucionar el fatal error de su hijo y la salvaje boda de una pareja que descubre como son en la fiesta de su enlace.
De factura técnica e interpretativa impecable, el largometraje de Damián Szifrón, consigue ese difícil reto de que la sonrisa y el temor puedan pasar a la carcajada y al miedo sin perder credibilidad. Historias cercanas y a la vez surrealistas que ganan por su atrevimiento logrado a base de guiones magníficos. Interesante de principio a fin, con un inicio sorprendente y un final fabuloso que corona con el último de sus relatos.
Si tuviera que escoger uno, me quedaría con ese último, la alocada boda que desde los tópicos más conocidos al total descontrol de los novios, me engancha sin remedio en un colofón fantástico para una de las mejores películas que he visto este año en cartel. Sí, puede que no sea apta para todos los estómagos y también puede que unas historias nos parezcan mejores que otras, más exageradas, más previsibles o menos salvajes, pero en conjunto es una gran película que no hay que dejar pasar de ver.
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