30 de agosto de 2014

DESIGN FOR LIVING (UNA MUJER PARA DOS, 1933) - Ernst Lubitsch




Argumento: Dos amigos (un pintor y un autor teatral) conocen a una chica en el tren que les lleva a París. En la capital francesa ambos se ven con ella que no es capaz de elegir cual le gusta más de los dos.

Director: Lubitsch ya llevaba una solida carrera norteamericana cuando estrenó este film que sigue la estela de sus comedias sofisticadas aunque no es de las más conseguidas.

Actores: Un reparto de lujo del que, resulta curioso, que actualmente el más conocido de los cuatro actores principales sea el que entonces era menos valorado. Fredric March ya estaba más que consagrado, por ejemplo por su extraordinario papel en Dr. Jekyll and Mr. Hyde (El hombre y el monstruo, 1931), Miriam Hopkins también fue actriz en esa película y con Lubisth había trabajado en Trouble in Paradise (Un ladrón en la alcoba, 1932); y Edward Everett Horton era un secundario habitual con Lubistch y otros directores. Así tenemos que Gary Cooper, ahora el más conocido para el público de los cuatro, todavía tenía por delante sus mayores éxitos y aquí era el menos experimentado.

Datos: Basada en la obra teatral de Noel Coward de la que solamente se conserva una línea de diálogo en la película.


Crítica: Lubistch tan genial como siempre utiliza su estilo de comedia en el que intuimos más cosas de las que vemos. Aquí se muestra un amor en que dos hombres pueden compartir a una mujer ya que ella no se decanta por ninguno de los dos. No es propiamente un trío pero la trama sabe escapar de las alusiones directas para dejar claro que estas tres personas van a mantener una relación peculiar en la que la mesa no tiene cuatro patas y aunque cojee aceptan comer en ella.
Como siempre, muchas de las cosas más importantes ocurren detrás de las puertas y el humor está presente en todo el argumento. Los actores están magníficos, cada uno en su papel pero juntos son una perfecta sinfonía de actuaciones. Magistral la escena en que Gilda y Max van a comprar una cama, y luego de que el dependiente mida las dimensiones metro en mano, ellos miden el contorno de sus cuerpos para ver si van a caber en ella. Ese humor no explícito es marca de la casa y acaba siendo más inteligente que si directamente se nos mostrara todo lo que nos imaginamos. 

2 comentarios :

Lord Ruthwen dijo...

Recuerdo con mucho cariño el ciclo Lubitsch que TVE emitió a finales de los 80. Después de eso he visto sólo ocasionalmente algunas de las películas del maestro, así que debería plantearme volver a repasarlas de nuevo.
La verdad es que echo de menos la Comedia con mayúsculas que se hacían en la época dorada de Hollywood. Las películas que hoy se estrenan con esa etiqueta me parecen más payasadas soeces y vulgares que otra cosa. Para mí no merecen ese término...

xalons dijo...

Ese ciclo de TVE también lo vi y lo recuerdo con cariño. También pusieron varias películas de Lubitsch por la segunda cadena en VOS. "Una hora contigo" fue una de las primeras pelis que vi en la tele en ese formato. A este director le tengo un cariño especial y es uno de mis preferidos.