Dividida en dos partes muy diferenciadas porque, en primer lugar, Chaplin había rodado todo lo relativo al restaurante para luego completar el metraje buscando la manera en que se conocían los protagonistas. Por lo tanto, tuvo que rodar la primera parte en la que ambos son inmigrantes que llegan en barco a Nueva York. Por supuesto, todo esto se ha sabido gracias al famoso documental Chaplin desconocido, y aunque le restan unidad a la visión de conjunto, no le quitan méritos a esta gran obra de la etapa del británico en la Mutual. En mi opinión, junto con One A.M. y The pawnshop, es de sus mejores cortometrajes de esta epoca.
Así la historia comienza (aunque rodada más tarde) con la embarcación en la que Chaplin y Edna Purviance se conocen en un barco de inmigrantes y en el que hay varios gags formidables pero, sobre todo, lo que más destaca es la parte dramática en la que el cineasta ya va envolviendo a sus comedias. Luego, viene la genialidad de la parte del restaurante, con el imponente camarero que tiene atemorizado al hombrecillo ya que no tiene dinero para pagar la cuenta siendo todo es resuelto con un humor sobresaliente. Finalmente el corto es rematado con una preciosa escena en la que los dos enamorados van a sacar una licencia de matrimonio bajo la lluvia. Drama, comedia y amor, hacen de este cortometraje toda una maravilla.
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