Gran éxito del cine de terror que pondría de acuerdo a crítica y público en los años setenta. La niña Regan es poseída por el diablo y su madre después de descartar que sea algún tipo de enfermedad conocida, acude a la ayuda de un sacerdote que pedirá permiso a sus superiores para practicar un exorcismo.
Basada en la novela de William Peter Blatty que también adaptó el guión dirigido por William Friedkin y una de las películas que se pueden encuadrar dentro del llamado New Hollywood. El impacto de las terroríficas escenas con la niña blasfemando, escupiendo, vomitando o levitando, son la parte que más ha perdurado en la memoria colectiva del espectador pero, vista ahora, me llama poderosamente la atención lo meticulosa que es la narración al mostrar con detalle la evolución de los diferentes personajes sin caer en las prisas por llegar a la parte impactante.
La historia comienza con el padre Merrin en unas excavaciones en Irak, luego sigue con la relación entre la madre y la niña, el trabajo de la primera, las pruebas que descartan la enfermedad de la endemoniada y la alternancia de todo esto con la vida del padre Karras que ha perdido la fe. Todo va avanzando con una muy buena narrativa en la que las distintas tramas desembocan en la parte final de exorcismo así como en la investigación por un policía de una muerte relacionada con estos hechos.
He visto la versión de DVD del "montaje del director" que añade algunas escenas al estreno original. Lo que es innegable es que ha pasado a la historia como uno de los mitos del cine del terror y que es inolvidable el papel de Linda Blair como la niña endemoniada. Se han rodado tres secuelas: Exorcist II: The Heretic (El Hereje, Exorcista II, 1977), The Exorcist III (El Exorcista III, 1990) y Exorcist: The beginning (El Exorcista: El Comienzo, 2004).
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