Ahora que está en cartel la última película de Martin Scorsese con el protagonismo de Leonardo DiCaprio, El lobo de Wall Street, recupero en sesión doméstica este film que interpretó antes de Titanic y junto con otros actores jóvenes de su generación como Mark Wahlberg o Juliette Lewis.
Cuenta la historia de un grupo de chavales que pasan de ser unos gamberros, germen de delincuentes, aficionados a esnifar productos de limpieza y buenos jugadores de baloncesto, a convertirse en drogadictos que viven en las calles buscando (y haciendo cualquier cosa por encontrarla) su dosis de droga.
Con escenas duras y una brillante interpretación de Di Caprio, la película se pierde en una realización efectista que no le favorece nada y que es lo que más me aleja de su resultado final. Con la elección de otra narrativa estoy seguro de que mi valoración habría sido mejor.
Como curiosidad, intervienen dos actores de la serie Los Soprano: Lorraine Braco (aquí la madre del protagonista y en la serie la psiquiatra) y Michael Imperioli (el amigo enfermo que en la serie es el sobrino de Tony Soprano). Por otra parte, el director no ha tenido continuidad detrás de las cámaras salvo en la, para mí desconocida, Jóvenes salvajes.
0 comentarios :
Publicar un comentario