Desde que ganó la Palma de Oro en el último festival de Cannes, me apunté en rojo su nombre para no perderme una película que ahora, una vez vista, me ha demostrado que las perspectivas de gran filme no me han decepcionado.
El relato de parte de la vida de la joven Adèle muestra la valentía de su director, en implicar a la actriz protagonista en una historia que la desnuda tanto física como psicológicamente ya que no se nos priva de ser espectadores de escenas de muy alto contenido sexual y otras con un bagaje emocional que a mí me dejaron acongojado.
Así tenemos que una chica más o menos normal aunque destaca por un físico atractivo, acaba enamorándose de otra mujer y se entrega completamente a esa relación pero sin conseguir romper los tabúes que su condición de lesbiana, podrían provocar en su ámbito familiar y social. De todas formas, no es un film que aparezca como una defensa del amor entre mujeres sino más bien que lo que abandera es atreverse a contar una historia de amor-desamor entre dos personas con algunas cosas que les unen con mucha fuerza (la pasión, la entrega sexual) y otras que les acaban separando (el trabajo, las relaciones, la curiosidad por el arte, el atrevimiento por salir del armario) y que finalmente desarrolla como y de qué manera les va a estas dos chicas en los años que comparten juntas.
Al final es con Adèle con quien el relato se queda porque con ella empezó y con ella vamos a terminar aunque muy acertadamente, el guion no deja todos los cabos atados y la historia continúa para la protagonista luego del fundido en negro con que se cierra la película. Por el camino, he disfrutado de dos actrices maravillosas tanto Adèle Exarpoulus como Léa Seydoux. Un aplauso para su magnífica presencia y la fuerza con la que interpretan a sus personajes.
Por lo que he leído, la historia parte de una novela gráfica que desconozco y aunque cuando se le concedió el premio en Cannes, todo fueron elogios entre las actrices y el director, luego ha habido declaraciones fuertes en ambos sentidos, algo que no me extraña sobre todo visto el ya mencionado altísmo contenido sexual y emocional que el autor debió de sacar de sus actrices para contar lo que aparece en la pantalla durante las casi tres horas de metraje.
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