Adaptación del libro de memorias de Jamie Reidy, “Hard sell: The evolution of a Viagra salesman”, sobre la explosión comercial de la venta del fármaco que revolucionó los hábitos sexuales de muchos hombres, que no es otro que la Viagra.
Ni el cartel de la película, ni el devenir entre romántico y lacrimógeno de la pareja protagonista, ni los toques de comedia, ni la denuncia del interés de las empresas farmacéuticas por hacer caja, ni siquiera la belleza de Anne Hathaway; consiguen salvar una película que más bien se queda a medio camino de nada, a lo que hay que sumar que el chico de la peli, Jake Gyllenhaal, me resulta bastante repelente.
No destila veracidad por ningún lado y aunque se ve sin demasiado esfuerzo, no consigue hacerme llegar ninguna de sus propuestas artísticas por lo que no me emociono con las escenas cumbres, sean estas dramáticas o amorosas, ni tampoco me involucro mucho con los personajes, salvo contadas excepciones. Tampoco me sorprendo cuando veo que su director es el responsable de un film que me dejó más que frío: The Last Samurai (El último samurai, 2003).
2 comentarios :
Me quedo con los labios hipnotizadores de la Hathaway! El resto de la peli, lo dicho por ti: se deja ver, sin más.
:)
Pues en eso estamos, que si no llega a ser por Hathaway la dejamos a medias. Sí, bonitos labios.
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