Después de la trilogía The Terminator (1984), Terminator 2: Judgment Day (1991) y Terminator 3: Rise of the Machines (2003), llega esta nueva entrega esta vez sin la presencia de Arnold Schwarzenegger en el reparto, aunque si con una escena que le homenajea. Parece ser que la intención es hacer una nueva trilogía, en la que la lucha entre hombres y máquinas, es el fundamento argumental.
El resultado es una buena película de acción con escenas trepidantes y buenos efectos especiales. Ahora la trama se aleja de los caminos que mostraron las tres primeras entregas, pero no por ello, deja de ser interesante el nuevo espacio dónde se mueven los humanos que intentan vencer a las poderosas máquinas por el futuro del planeta Tierra.
Un acierto Christian Bale y Sam Worthingon en los papeles principales, al igual que un guión en el que aunque no con tanta sorpresa como se podría esperar, lo importante es que los robots son una especie de híbrido entre humanidad y tecnología, premisa que siempre ha explotado esta saga cinematográfica aunque aquí se hace más hincapié en ella. No pasará a la historia como pasó con el primer Terminator, pero es entretenida y válida como film de acción futurista.
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