Tengo absoluta predilección por esta película de Fernando Fernán Gómez. No conozco su novela que él mismo adaptó e interpretó, pero tengo que salvar esa carencia un día de éstos.
Los cómicos de los caminos, que van de pueblo en pueblo representando obras teatrales, son a los que esta película homenajea. Un grupo de cómicos que pasan penurias por la pobreza de los pueblos españoles, en competencia con el cine, e intentado sobrevivir entre la miseria, el compañerismo y el arte de la actuación.
No es solamente eso, sino que además, la historia sabe meterse en la cabeza desequilibrada de un actor que nunca llegó a nada pero que imagina como si fuera cierto, que consiguió el éxito, que triunfó, que recibió premios y aplausos de un público entregado.
Y para redondear el grandísimo guión, hay un grupo de interpretes maravillosos: José Sacristán, Gabino Diego, Maria Luisa Ponte, Juan Diego, Nuria del Valle o Simón Andreu. Ellos ponen rostro al texto de Fernán Gómez, que también hace un gran papel en su película.
Tal vez le sobran unos cuantos minutos para ser redonda, pero no por ello dejo de considerarla una obra maestra con algunas escenas inolvidables: Fernán Gómez rechazado en un papel secundario para el cine por su interpretación teatral, José Sacristán dando un discurso sobre "el pan de los actores" en un pueblo, o Gabino Diego y su personaje tan alejado del mundo de su padre. Una obra imprescindible del cine español y Goya a mejor película en la primera edición de los premios.
1 comentarios :
Yo leí el libro antes de ver la película, y puedo decirte que es igualito palabra por palabra. Es lo que tiene que escritor y director sean el mismo :-) Una obra muy entrañable.
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