7 de abril de 2010

BITTER MOON (Lunas de Hiel, 1992) - Roman Polanski



El cine de Roman Polanski suele cautivarme. Es raro que sus películas me dejen indiferente y me gusta su manera de mostrar en imágenes las historias de amor, sexo y violencia que componen el grueso de su producción como director. El guión es una adaptación de la novela "Lunes de Fiel" de Pascal Bruckner

Bitter Moon no escapa de esas características. Aquí el personaje de Hugh Grant se ve envuelto en un mundo desconocido que le descoloca su visión tradicional de la relación entre hombre y mujer. Viaja en un crucero junto a su esposa (Kristin Scott Thomas) y cuando conoce a un americano en silla de ruedas (Peter Coyote), no podrá dejar de escuchar el relato que éste le hace de su relación de amor-odio con su exuberante esposa francesa (una bellísima Emmanuelle Seigner). Y así avanza la película, en su totalidad en el barco, de dónde varios flashbacks nos sacan para mostrar el resto de la historia: lo que anteriormente ha ocurrido entre los amantes venidos a menos.

El escritor americano y la camarera francesa mantienen una relación pasional en la búsqueda de la fantasía sexual, llegando a un punto que degrada sus propios afectos aunque todo es relativo en una espiral de amor, odio, venganza, autodestrucción y morbo. Polanski disecciona cómo esa pareja rompe los límites de su relación sexual, aunque a veces me parece que lo hace con toques efectistas que se me hacen innecesarios, cómo en el desenlace final.

Emmanuelle Seigner es pura sensualidad y evidente objeto de deseo de Hugh Grant que interpreta a un hombre ridículo y aburrido en contraposición con el interés que despierta la figura del personaje de Peter Coyote. Además, en la otra parte de la pareja británica está Kristin Scott Thomas que se muestra como menos puritana que su marido. Todo los personajes tienen más de una cara, más o menos como en la vida real.

2 comentarios :

TRoyaNa dijo...

Xalons,
veo que coincidimos con la película.A mí el cine de Polanski tampoco me deja indiferente y aquí en "Lunas de hiel" como en casi toda su filmografía parece deslizarse hacia el lado más oscuro de la condición humana.
Muy interesante por otro lado,lo que apuntas al final,sobre que todos los personajes tienen más de una cara,más o menos como en la vida real.
saludos!

xalons dijo...

Pues sí, Troyana, es un director que tiene la gran cualidad de no dejarme nunca frío y reconozco que ese lado oscuro que tiene su cine me interesa muchísimo.