Un éxito considerable en su estreno, cuenta la intriga policial en la que un policía tiene que ocultarse en una comunidad amish para proteger a un niño que ha sido testigo de un crimen.
Su director, el australiano Peter Weir, rodó varios films con muy buena acogida crítica y de público. En esta película aparte del guión policiaco y de la curiosidad de reflejar a los miembros de la religión cristiana de los amish, la historia funciona por la parte romántica entre el policía y la chica interpretada por Kelly McGillis aunque el gancho para el espectador era la presencia de Harrison Ford con el que el director repitió en The Mosquito Coast (La costa de los mosquitos, 1986). Como curiosidad, entre los actores también aparece Viggo Mortensen en un papel muy pequeño siendo éste su primer largometraje.
Sigue siendo una película con encanto, un ritmo pausado, buenas interpretaciones y escenas que se quedan grabadas cómo cuando los amish montan un granero para una pareja recién casada o la parte final que sabe acabar la trama sin caer en recursos fáciles.
Su director, el australiano Peter Weir, rodó varios films con muy buena acogida crítica y de público. En esta película aparte del guión policiaco y de la curiosidad de reflejar a los miembros de la religión cristiana de los amish, la historia funciona por la parte romántica entre el policía y la chica interpretada por Kelly McGillis aunque el gancho para el espectador era la presencia de Harrison Ford con el que el director repitió en The Mosquito Coast (La costa de los mosquitos, 1986). Como curiosidad, entre los actores también aparece Viggo Mortensen en un papel muy pequeño siendo éste su primer largometraje.
Sigue siendo una película con encanto, un ritmo pausado, buenas interpretaciones y escenas que se quedan grabadas cómo cuando los amish montan un granero para una pareja recién casada o la parte final que sabe acabar la trama sin caer en recursos fáciles.
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