1 de marzo de 2010

UP IN THE AIR (2009) - Jason Reitman





Jason Reitman, hijo de Ivan Reitman, estrena su tercer largometraje, después del precedente exitoso de Juno; y el personaje principal lo interpreta George Clooney, por lo que los espectadores están asegurados en la taquilla.

Pasando a sus valores artísticos, Up in the air, comienza en un punto de partida con muchos puntos a favor. Ryan tiene un trabajo que le obliga a viajar en avión diariamente a cualquier empresa de Estados Unidos dónde asumir el "trabajo sucio" que los jefes no se atreven a llevar a cabo: algo tan desagradable como echar a los trabajadores de sus empleos. A Ryan no parece importarle, porque su filosofía de vida, le sirve para construirse un parapeto dónde esconderse. Piensa que las relaciones familiares, los amigos, el hogar, son simplemente un sobrepeso innecesario que no quiere llevar a sus espaldas. Prefiere viajar, hacer miles de kilómetros de vuelo, buscar relaciones sexuales que no le impliquen más de la cuenta y evitar tener un sitio al que llamar hogar.

Mientras el personaje de Ryan es fiel a su modo de ver la vida, el relato es interesante, con un toque original y gamberro, que además Clooney borda con su cara de circunstancias. Lo que pasa es que luego todo vuelve por los cauces de la comedia romántica, boda familiar incluida y por supuesto, buenos sentimientos. Aunque al personaje de Ryan no le sea tan fácil el retorno al estatus normal, a mí como espectador me han perdido por el camino.

Echo de menos que el director y el guión asumieran con valentía la idea inicial, que no me sermonearan ni me explicaran en lo que se ha equivocado su personaje. De todas formas, la película me ha entretenido y no voy a decir que sea mala. Entretenimiento con una primera parte buena y un desarrollo decepcionante. Menos mal que por lo menos no se pasan con el pasteleo amoroso. Hubo un momento que hasta me temí que la cosa tirara por ahí.


2 comentarios :

Pinturicchio dijo...

Creo que ese tono romántico del que hablas te hizo perderte un poco, Xalons. La boda de la hermana de George Clooney, y su relación con Vera Farmiga, son las muestras de lo mejor y lo peor del matrimonio. Ryan Bingham es la persona que peor visión tiene del matrimonio, y es a él al que le toca convencer a su cuñado de las ventajas de formar una familia. Es decir, Ryan tiene que convencerse a sí mismo de lo bueno que es, o de lo contrario dejará destrozada a su hermana. De esta manera, se da cuenta de que los seres humanos somos personas con sentimientos más allá del aspecto puramente biológico, y somos seres sociales, que necesitamos de las relaciones con los demás para vivir plenamente. Ryan se dispone a buscar a su amante para convencerla a ella también, y... bueno, el final me parece buenísimo.

La conversión del personaje de Clooney está magníficamente bordada con los dos detalles finales: el uso que le da a su ansiada meta (los puntos de las tarjetas de viaje) y la convención de la mochila, que es incapaz de proclamar.

Interpretaciones de Oscar por parte del trío protagonista, en especial de Clooney (hasta que no muera no valoraremos a este actor en su justa medida) y de Anna Kendrick. Ojo a esta chica.

Además de tratar el tema del matrimonio y la familia tan profundamente, es una película sobre las emociones humanas y sobre el paro, y como éste repercute sobre aquellas. En definitiva, una película de estos tiempos, que se convertirá en film de culto en el futuro.

Esta es mi opinión, y esta es mi valoración: 4/5

xalons dijo...

Bueno, Pinturicchio, cuentas parte del argumento para darle más peso a tu opinión, pero mi impresión sobre la película no cambia. No está mal pero no me llega tanto como a ti, ni veo actuaciones de oscar ni creo que llegue a ser nunca una película de culto.

Un film de culto suele tener otras características, tal vez algunas como mala acogida crítica y comercial, haber pasado por las salas sin interés o no haber recibido ni premios ni nominaciones. "Up in the air" carece de todas esas características y salvo alguna cosa (George Clooney la que más) no creo que merezca más elogios. Por lo menos yo no se los doy.