Esta película de Billy Wilder que desconocía, tiene como pareja protagonista a Gary Cooper y a Audrey Hepburn. Ella es Ariane, estudiante de música e hija de un detective interpretado por Maurice Chevalier y con la lectura de los casos de su padre empieza a tener interés por el casanova Frank Flannagan al que da vida Cooper. Así comienza una relación entre el rico maduro y la inocente joven, con un estilo de comedia que según la crítica recuerda al de Ernst Lubitsch con el que Wilder trabajó en sus inicios.
La diferencia de edad entre los protagonistas, él tenía 56 y ella 28, fue tema polémico en la época de su estreno, aunque la verdad es que la relación está bien dibujada, dejando mucho a la imaginación del espectador.
Lo que más me ha gustado es el humor fuera del tono comedia romántica que se ejemplifica sobre todo con la presencia de la banda musical de gitanos que siempre acompañan al rico ligón en sus líos parisinos, amenizando con su música en las habitaciones de hotel dónde él se cita con sus ligues, en los paseos en barca y hasta le acompañan en la sauna.
Audrey Hepburn borda un papel de joven enamorada que quiere hacerse pasar por misteriosa e interesante a los ojos del experto Gary Cooper. También me gusta el tono que da al relato el personaje de Maurice Chevalier, con sus descripciones del amor parisino y su encantador papel de detective.
Un filme de Wilder que no tiene la fama de otros pero que merece la pena ver y al que por cierto he encontrado un par de escenas censuradas por omisión en la versión doblada al español. Por ejemplo, en la original hay unas últimas frases que dice Maurice Chevalier contando que su hija se acabará casando con Frank Flannagan, y ridículamente han sido suprimidas en el doblaje. Supongo que a los censores no les debió de gustar que un personaje tan amoral acabará casándose con la chica.
La diferencia de edad entre los protagonistas, él tenía 56 y ella 28, fue tema polémico en la época de su estreno, aunque la verdad es que la relación está bien dibujada, dejando mucho a la imaginación del espectador.
Lo que más me ha gustado es el humor fuera del tono comedia romántica que se ejemplifica sobre todo con la presencia de la banda musical de gitanos que siempre acompañan al rico ligón en sus líos parisinos, amenizando con su música en las habitaciones de hotel dónde él se cita con sus ligues, en los paseos en barca y hasta le acompañan en la sauna.
Audrey Hepburn borda un papel de joven enamorada que quiere hacerse pasar por misteriosa e interesante a los ojos del experto Gary Cooper. También me gusta el tono que da al relato el personaje de Maurice Chevalier, con sus descripciones del amor parisino y su encantador papel de detective.
Un filme de Wilder que no tiene la fama de otros pero que merece la pena ver y al que por cierto he encontrado un par de escenas censuradas por omisión en la versión doblada al español. Por ejemplo, en la original hay unas últimas frases que dice Maurice Chevalier contando que su hija se acabará casando con Frank Flannagan, y ridículamente han sido suprimidas en el doblaje. Supongo que a los censores no les debió de gustar que un personaje tan amoral acabará casándose con la chica.
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