Después de haber visto
Quadrophenia (1979), película sobre el enfrentamiento entre mods y rockers en Gran Bretaña y con la banda sonora de
The Who; me interesé por ver otra película anterior que adaptaba otro disco del grupo. Se trata de
Tommy y la conseguí en los años 80 gracias al videoclub de mi ciudad. Me pareció una película rara y hasta hoy no había podido volver a verla, esta vez en la reedición en dos DVS que he pillado de la biblioteca de mi barrio.
La película adapta una ópera rock del grupo británico
The Who. Se llama ópera rock a los discos en los que la totalidad de las canciones cuentan una misma historia, cada canción no es una historia independiente sino que el disco completo cuenta una misma historia que avanza con las canciones. En la
wikipedia se relacionan las más importantes. Esta película fue la primera ópera rock en cine y algunas otras adaptaciones a la gran pantalla son
Hair,
Jesucristo Superstar, Pink Floyd The Wall o
Quadrophenia.
Tommy tiene la particularidad de que en todo el film no hay diálogos. Solamente hay canciones y con las imágenes, la música y las letras de los temas, avanza la acción. Su director es
Ken Russell, famoso por sus excentricidades temáticas y visuales, y del que solamente he visto
Altered States (Un viaje alucinante al fondo de la mente, 1980) y
Crimes of Passion (La pasión de China Blue, 1984).
Visionar esta película es como ver un gran videoclip de dos horas de duración con una estética muy setentera. La historia se sigue con las canciones, y así se nos cuenta la vida de un joven que se queda ciego, mudo y sordo, después de ver como su madre y el amante de ésta matan a su padre. A lo largo de la trama van apareciendo figuras importantes de la música cómo T
ina Turner, Elton Jhon o
Eric Clapton en distintos papeles; así como buenos actores cómo
Jack Nicholson, Oliver Reed y
Ann Margret. El protagonista lo interpreta el cantante de
The Who y otro papel secundario lo hace el bateria.
Me parece una película bastante irregular y excéntrica aunque tiene algunas escenas míticas y conseguidas, cómo la de la partida de pinball. También es verdad que aunque la música de
The Who tiene mucha fuerza no me gana tanto como para escuchar dos horas seguidas sus canciones en una historia más bien traída por los pelos aunque con un evidente encanto por su rareza.
He encontrado un buen análisis sobre la misma
por aquí.