Seguí con mucho interés los inicios de Isabel Coixet pero después me distancié de su filmografía por completo. Ahora vuelvo a ver una película dirigida por la catalana aunque sea un encargo y se aleje por ese camino de su autoría. Coixet demuestra que también sabe ser una artesana y aquí firma una historia amable sobre las relaciones sentimentales cuando se rompe la unidad familiar.
Los actores llevan la voz cantante con unas buenas interpretaciones y es un placer encontrarnos con Patricia Clarkson y, sobre todo, con Ben Kingsley como el profesor hindú de autoescuela. Se ve con interés por los personajes y se agradece su tono que, sin ser nada a destacar, deja que transcurra la película y pasemos un rato agradable.
0 comentarios :
Publicar un comentario