Argumento: Dos desconocidos tienen un ligero accidente cuando ambos acuden a juicios importantes. El más joven es un abogado que debe que presentar unos papeles necesarios para que su bufete salga ileso de una demanda, mientras que el otro implicado es un maduro vendedor de seguros que intenta demostrar en los estrados que puede ocuparse de sus hijos y así impedir que se muden con su exmujer a otra ciudad. El choque entre sus vehículos trastocará los planes de los dos protagonistas.
Director: Roger Michell tenía como mayor éxito la comedia Notting Hill (1999) y posteriormente ha estrenado otros films como Venus (2006), Morning Glory (2010) o la reciente Le Week-End (2013).
Actores: Reparto espectacular que tiene a Samuel L. Jackson y al soseras de Ben Affeck como protagonistas y a unos secundarios tan excelentes como Toni Collette, Sydney Pollack, Richard Jenkins o William Hurth.
Datos: Debut norteamericano del director británico Roger Mitchell.
Crítica: Bastante prescindible aunque el punto de partida tenga cierta originalidad y el reparto sea su mayor aliciente. Claro que según transcurre la acción, el guión se llena de tópicos y es rematado con la mala costumbre de un happy end que lo desluce todo. No es que no sea entretenida que lo es pero podría haber estado mucho mejor y no convertirse en un producto regularcillo y poco recomendable en el que no son creíbles los comportamientos de los protagonistas que pueden pasar de acciones deleznables a intentar hacer las paces con su enemigo. Esa irregularidad le hace perder eficacia por no resultar veraz y convertir en increíble esta historia en la que dos personas normales se enfrentan por un hecho fortuito.
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