Argumento: Peter Parker sigue con su novia Gwen Stacy en su vida normal pero una vez dentro del traje de Spider-man tiene que enfrentarse a un nuevo villano: Electro. A Peter también le preocupa conocer lo que les ocurrió a sus padres y ha vuelto a mantener relaciones con su amigo Harry Osborn.
Director: Marc Webb después (500) Days of Summer, sigue encargándose de la franquicia del trepamuros y con ésta ya ha dirigido las dos primeras entregas.
Actores: Repiten los actores principales: Andrew Garfield (Peter Parker / Spider-man), Emma Stone (Gwen Stacy) y Sally Field (tía May). Los nuevos son los que interpretan a los villanos: Jamie Foxx (Max Dillon / Electro), Dane DeHaan (Harry Osborn / El duende verde) y Paul Giamatti (Aleksei Sytsevich / Rhino). Hay muchos más interpretes y algunos de ellos se supone que cobrarán protagonismo en la próxima entrega.
Datos: Lo más destacable de esta franquicia es que ha retomado al personaje del comic Marvel que ya tiene una trilogía anterior dirigida por Sam Raimi, para volver a contar sus andanzas, con lo que los aficionados andamos buscando las diferencias, sobre todo por el poco tiempo transcurrido, entre aquellas películas y éstas. Ahora el humor es más asiduo al carácter del superhéroe y nos cuentan su relación con Gwen Stacy que allí era directamente sustituida por Mary Jane.
Crítica: Haber crecido con los cómics del superhéroe arácnido y seguir teniendo una colección de sus aventuras en viñetas, no me hace ser subjetivo. Cualquier película que rueden sobre Spider-man me tiene ganado como espectador. Pero aunque las comparaciones sean odiosas, no queda otra que hacerlas cuando tenemos tan cercanas cinco películas sobre el personaje (la primera de Sam Raimi es del 2002) y es inevitable ponerse a ello.
Ahora me gusta más como es la personalidad de Peter Parker cuando se enfunda el traje ya que su humor, la verborrea, los chistes y las situaciones graciosas, enlazan directamente con el espíritu de los cómics. A mí me gusta leerlos porque Spider-man siempre me ha parecido un cachondo.
Pero lo que no me convence de esta película es más que lo que consigue hacerlo. Sin pensarlo mucho puedo enumerar esos "no me gusta": encuentro muy infográficas las animaciones de sus vuelos y peleas (como que "canta" mucho a videojuego cuando vuela entre los edificios), me aburre más que demasiado lo relativo a Harry Osborn y no me creo ni una pizca la muerte de Gwen Stacy.
Es cierto que la batalla final con los dos malvados (Electro y El Duende Verde) así como esa genial aparición de Rhino como tercer malvado, me vuelve a ganar como fan arácnido. Es en ese final, con niño gafitas, público que adora a Spider y el retorno del superhéroe tras su depresión, donde decido no bajar mi puntuación de estrellitas y le doy un aprobado por los pelos. Las cinco estrellas de obra maestra parecen más que lejanas pero Los Cinco Siniestros están en el próximo futuro de la saga.
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