Argumento: Ana tiene 28 años. Trabaja en una ambulancia que hace traslados de enfermos. Se lleva bien con su compañero. Vive con su madre con quien mantiene una relación fría y distante y además cada vez le va peor con su novio. Ana, no está bien, tiene problemas para relacionarse, vive encerrada en su habitación dónde se comunica por el chat con un amigo. Está desequilibrada y no parece que pueda mejorar ya que también se droga, bebe mucho alcohol y se autolesiona.
Director Opera prima después de cinco cortometrajes y una trayectoría extensa como montador. Por ejemplo, ha trabajado en esa labor técnica en películas recientes como Bon appétit, No tengas miedo, Blancanieves o Alacrán enamorado.
Actores: Protagonismo absoluto de Marian Álvarez que ha trabajado más en televisión que en cine (la recuerdo en Lo mejor de mí) y a la que la cámara sigue continuamente, dando poca cancha a los otros actores: Rosana Pastor (la madre), Manolo Solo (el compañero de trabajo), Ramón Barea (el anciano Martín) o Luis Callejo (el chico de la fiesta).
Datos: Goya a la mejor dirección novel y a la mejor actriz protagonista, premios que también consiguió en el Festival de San Sebastián. La protagonista sufre la enfermedad del Transtorno Límite de la Personalidad pero, bueno, eso es algo que alguién ajeno al mismo, no puede captar, o por lo menos así ha sido en mi caso.
Crítica: No puedo obviar que me recuerda a películas como La línea recta (2006) - José María de Orbe, film elogiado por Jaime Rosales antes de su premiada La soledad (2007) o novelas como Cartas clandestinas de un cartero casi enamorado - Pablo Caballero; sobre todo porque cuenta la vida de personas inadaptadas social y afectivamente. Sin que pueda alabar una cinta en la que la frialdad de la historia y personajes, me consigan empatizar; si que me gusta que me muestren un trozo de la vida de estas personas angustiadas interiormente con una veracidad tal que traspasa la pantalla. Ayuda mucho la narrativa utilizada que utiliza planos secuencias muy definidos en los constantes movimientos de cámara de los diálogos que no utilizan el habitual plano-contraplano.
Aquí no hay una presentación, nudo y desenlace, sino que la película empieza y acaba sin que se finalize una trama concreta, más bien todo queda en el aire para que cada uno saque sus propias conclusiones. Ana es una chica con cosas buenas (su dedicación a los demás) pero que interiormente sufre y no consigue escapar de un mundo que le hace daño, más bien por su incapacidad para salir adelante que por las trampas que la vida le pone. Seguro que hay espectadores que se sienten identificados y que encontrarse con esta película, les puede hacer reflexionar sobre sus propios problemas.
Aquí no hay una presentación, nudo y desenlace, sino que la película empieza y acaba sin que se finalize una trama concreta, más bien todo queda en el aire para que cada uno saque sus propias conclusiones. Ana es una chica con cosas buenas (su dedicación a los demás) pero que interiormente sufre y no consigue escapar de un mundo que le hace daño, más bien por su incapacidad para salir adelante que por las trampas que la vida le pone. Seguro que hay espectadores que se sienten identificados y que encontrarse con esta película, les puede hacer reflexionar sobre sus propios problemas.
4 comentarios :
La estuve viendo hace poco y también me dejó algo frío. Me parece una película bien hecha pero con un discurso algo difícil de interpretar (como entender lo del trastorno de personalidad límite, que a mí me explicaron) y con la que tampoco logro empatizar, sobre todo por mi aversión a las drogas y al tabaco que constantemente fuma la protagonista. Su estructura alejada de los cánones clásicos, como comentas, también la hace más difícil para mí. En fin, que por muy buena que sea una interpretación o dirección, deben decirme algo, hacerme conectar o conmover de alguna manera, y "La herida" creo que no lo consigue. Como nota positiva, me encantó volver a ver a Rosana Pastor después de mucho tiempo. Me parece una mujer maravillosa.
A mí lo del tabaco y el alcohol no me hace alejarme de la película ya que a mi alrededor tengo fumadores y yo mismo soy bebedor de vez en cuando. La verdad es que nunca me he fiado mucho de quien no bebe nada...jeje, pero cada uno tiene sus circunstancias y toma sus decisiones, claro. Lo que si que me quita empatía con la protagonista es esa incapacidad para relacionarse, para luchar por las cosas positivas y para mirar el mundo de otra manera. Y si hay algo que me repugna es que se autolesione, que se haga daño como autocastigandose por ser como es. No siempre se puede ser optimista pero tampoco ser tan negativa como ella. Bueno, está enferma....pero algunas enfermedades mentales también se curan poniendo algo de nuestra parte. O eso creo.
Hablaba de drogas algo más duras que el alcohol. El alcohol, aunque también una droga, parece que está más aceptado en nuestra sociedad, para bien o para mal...
Tienes razón, te leí mal y no sé porque comenté lo del alcohol. Tal vez porque ayer estuve de cañas, ;)
Opino lo mismo que tú sobre esas drogas más duras. En la peli, la protagonista creo que lo que toma es cocaina y así le va, que se acuesta con cualquiera y pierde el control totalmente.
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