Argumento: Vida de la cantante Lina Cavalieri desde los inicios en su Roma natal hasta el gran éxito en París como soprano. Historia que va ligada a su relación amorosa con un príncipe ruso al que busca desde que lo conoció de joven cuando tuvo que sustituir a su madre en el escenario de un teatro de tercera categoría.
Director: Robert Z. Leonard, norteamericano que trabajó en Hollywood desde la época del cine mudo y que dirige esta producción europea que fue su penúltima película.
Actores: Gina Lollobrigida y Vittorio Gassman son los protagonistas. Lollobrigida ya llevaba varios éxitos como Fanfan la Tulipe (Fanfán el invencible, 1952) y Pane, amore e fantasia (Pan, amor y fantasía, 1953) y aquí el producto está hecho a su medida, pudiendo mostrar su belleza, carisma y además sus dotes como cantante. Gassman da el tipo en el papel del príncipe ruso pero es imposible que destaque cuando la actriz italiana tiene tanto protagonismo. 
Datos: Gina Lollobrigida consiguió el premio David de Donatello como mejor actriz. El calificativo de "mujer más bella del mundo" se le aplicó por su exhuberante belleza, algo en común con la otra diva italiana con la que rivalizó en su época: Sophia Loren.
Crítica: Me ha resultado curioso ver un film en el que he encontrado semejanzas con los realizados en España con divas como Sara Montiel o Carmen Sevilla. Tanto en unos como en otros, lo importante es la belleza de la protagonista y los números musicales. Salvo eso, poco más hay que destacar, ya que la cinta transcurre con bastante aburrimiento, en plan folletín amoroso y con decorados de cartón piedra. Hay un simpático duelo de sables entre la protagonista y el personaje de Manolita de Valencia, que queda como anécdota para un espectador español.
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