Javier Ruiz Caldera se empeña en su filmografía en usar como referente la comedia norteamericana y después de Spanish Movie y Promoción fantasma, lo hace con el tema tan recurrente en el cine USA de las bodas.
La protagonista (lo mejor de la cinta queda en el haber de la interpretación de Inma Cuesta) está invitada a las bodas de sus tres ex y la comedia está servida aunque el resultado sea más bien descafeinado, robándome muy pocas sonrisas y con una sensación de hastío que no me abandona a lo largo de todo su metraje. Algunas secuencias me producen vergüenza ajena como el topicazo de la intervención de Paco León o el desaprovechado personaje de Quim Gutierrez.
No consigo comprender como está teniendo tan buenas críticas esta película floja, repetitiva, sin sustancia y que podía haberme ahorrado perfectamente de ver. Misterios por resolver...
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