Amable comedia sobre un anciano y su asistente robótico que le cuida en un futuro no muy lejano y que pierde todas sus posibilidades en una débil trama en la que parece que lo importante es la afición del viejo por el robo y el aleccionamiento del robot en esos quehaceres.
En ningún momento, la historia sabe escapar de ese tono blandengue que lleva a que su parte final se vea con poco interés y más bien pendiente de que la cosa finalice lo más dignamente posible.
Y aunque es verdad que es bastante digna la interpretación de Frank Langella, el resto del reparto parece desaprovechado (Liv Tyler, James Marsden o Susan Sarandon) porque el guión no consigue más que encerrarse en unos personajes planos y aburridos que tienen el penoso colofón en el yuppie tontorrón al que Frank pretende robarle sus joyas.
Así no es posible ni interesarse con las supuestas proezas de este ladrón de guante blanco ni con el enamoramiento con la bibliotecaria (penoso el giro final en este aspecto) ni con la dejadez de sus hijos por cuidarle y mucho menos con el supuesto gancho de ese robot al que al final solo me apetece llevarme a mi casa para que me haga las tareas domésticas (¡debe de planchar estupendamente!) pero nunca para adoptarlo como amigo.
2 comentarios :
Me gustó mucho esta película que a simple vista pude ser sencilla pero no simple, el contenido se aprecia muchísimo por los temas que involucra. Tuve la oportunidad de verla a través de hbogo y son cintas que vale la pena ver y te dejan un mensaje maravilloso.
Pues a mí, como se lee en el artículo, no me gustó especialmente aunque no me pareció del todo mala.
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