No recuerdo con total nitidez el cómic de Paco Roca que adapta este film pero sí que creo que aquí se han hecho varias concesiones a la platea para que el relato sea más amable y también comercial. Esa es la única pega que le pongo a Arrugas, ganadora del Goya a la mejor película de animación y al mejor guión adaptado, pero es precisamente en esa adaptación dónde yo veo los defectos.
Eso no importa para que la historia siga funcionando y me emocione con el grupo de ancianos que viven en una residencia sus últimos años aquejados por distintas dolencias y con el temor de acabar vencidos por la terrible enfermedad del alzhéimer.
Los personajes funcionan, la metáfora de la vuelta a la niñez tan real como la vida misma y el interés de la trama muy bien sustentado por el protagonista que poco a poco va perdiendo sus facultades y ese acompañante que le sirve de guía y a la vez, le presta su verdadera amistad a medida que la historia avanza.
En definitiva, una película de animación más que lograda y que con valentía consigue que el espectador tenga que reflexionar sobre la pérdida de la memoria y, en definitiva, de la identidad como personas cuando envejecemos.
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