En la reseña de The Breakfast Club (El club de los cinco, 1985) hice un breve comentario sobre el productor, director y guionista, Johh Hughes. Pretty in Pink es otro de sus productos que he vuelto a revisionar ahora y que fue firmada por un director con una carrera mediocre.
El reencuentro con ella, me ha confirmado lo mal que ha envejecido esta insulsa historia ochentera sobre chica y chico de diferentes clases sociales. Pese al encanto de la protagonista, Molly Ringwald, y la aparición de algunos actores jóvenes (el único que luego tuvo una carrera importante ha sido James Spader) y el veterano Harry Dean Staton; no hay forma de tomarse en serio lo que nos quiere contar.
Mis problemas con su intento de trama, vienen porque es imposible creerse los estereotipos trasnochados de esa juventud que la película desdibuja. En cambio, me ha servido para sacarle punta a la estética de esos años y a reconocer algunos de los temas que suenan en la banda sonora. El resto es pura ridiculez para adolescentes de esa época.
Por último, no descarto ver Sixteen Candles (Dieciséis velas, 1984) porque salió en una edición de "El Juego" y me picó la curiosidad descubrir un título de la filmografía de su simpática actriz protagonista.
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