Producción de 2009 que se ha estrenado este 2011 en España, puede que para aprovechar el tirón de Natalie Portman tras el oscar conseguido con Cisne Negro.
Se trata de la adaptación de la novela de Ayelet Waldman dónde el relato se centra en un matrimonio roto por la aparición de una mujer que enamora al marido y de la relación que se forma entre esta nueva pareja y el hijo de ocho años del primer matrimonio.
La historia me rechina por todas partes, tanto en el tono moralista y sensiblero del argumento principal como en el ridículo intento de hacer un drama trascendental que se queda en fallido y mojigato. Intento implicarme en las vidas de estos personajes, que por edad y también por experiencias vitales (parejas con hijos), pudieran ser afines a mi realidad, pero no veo más que un manual de auto ayuda para mentes cortitas pasado por la batidora de la limitada mirada de sus responsables autorales.
Natalie Portman es el único valor que consigue que siga en mi butaca y no acabe valorando el conjunto en mi peor escala cinematográfica mediante una estrellita, pero eso también me sirve para conseguir detestar a algunos de sus personajes (ese niño tan sabiondo y poco niño), asombrarme con su excesivo topicazo (la madre resentida), avergonzarme de su inestabilidad argumental (el padre tan equilibrado primero y tan poco creíble luego); aburrirme con esos secundarios innecesarios (el amigo gay o el padre infiel) o sentir pena por ver a una gran actriz perdida en un argumento que no merece su actuación.
Me gustan los dramas, creo que algunos puntos de la historia hubieran sido interesantes con un director atrevido y un guión más real (me vienen a la cabeza esos dramas angustiosos del sueco Bergman), pero aquí hay lo que hay, por lo que acabo bostezando, sin ninguna implicación emocional y fuera del todo de una propuesta mediocre.
2 comentarios :
Como ya te comenté, la estuve viendo este jueves y me pareció bastante mejor de lo que esperaba (me temía un melodrama duro). Natalie, preciosa y para mí a la altura interpretativa de "Cisne Negro".
Pues a mí precisamente no me gustó porque no es un melodrama duro sino una película bastante descafeinada. En fin, cuestión de gustos.
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