La respuesta al título que encabeza este artículo, uno más de la serie de "preguntas con respuestas" que estoy escribiendo cada mes, es muy sencilla. Me gusta el cine más que otras artes porque a mí me gusta que me cuenten historias. De las otras artes, la arquitectura no me cuenta historias; la escultura, la fotografía, la música instrumental y la pintura, solamente me cuentan un momento fijo, un instante, una sensación; mientras que la danza me cuenta una historia con unos recursos a mi entender limitados que debo interpretar de una manera poética.
En cuanto, a las otras artes que cuentan historias directamente: la música (las canciones con letras), la literatura, el teatro, la ópera y el cómic; cada una tiene sus recursos para narrar historias, pero el cine me parece superior en su camino a ser el arte que me cuenta historias de la manera que a mí más me atrapa.
El cine tiene música, pueden ser canciones, música ambiental, y hasta parte de las escenas son cantadas y bailadas en los musicales. Tiene un relato descriptivo, con diálogos, con desarrollo argumental, con narración; como el teatro, la ópera, el cómic o la literatura. Al igual que usa el montaje, el punto de vista del narrador, el encuadre de la cámara, los efectos especiales, el flash back, y todos los recursos de un arte que auna la visión más completa de la realidad. Y digo la más completa porque nuestros sentidos aprecian lo que se muestra en la pantalla como lo más parecido a la realidad, en detrimento de las limitaciones de una historia que tenemos que leer en una novela, poesía o cómic; escuchar cantada en una canción; ver interpretada dentro de un escenario en el teatro, la danza o la ópera; y sobre todo, en relación a la contemplación de las otras artes más estáticas como la pintura, la escultura, la arquitectura o la fotografía.
El director francés François Truffaut decía que a él le gustaba que le contaran historias. A mí me pasa lo mismo. Quiero que me cuenten historias y aunque no reniego de absolutamente ninguna de las artes, con el cine me encuentro en el lugar dónde mejor me las cuentan. Por esa razón me gusta y también por eso cuando veo una película, si en alguien pienso es en el que está detrás de todo el entramado para contarme esa historia que pasa ante mis ojos. Me refiero al director, al que lleva la batuta de la narración, al que maneja los hilos, pero eso....ya lo escribiré otro día.
4 comentarios :
Estoy totalmente de acuerdo, pero yo añadiría algo más. Ese "algo", es lo que ha hecho que, sin duda, algunos de los momentos más intensos y emocionantes de mi vida los haya vivido en una sala de cine. Y ese "algo", por desgracia, solo se puede vivir en la sala de cine, siendo el cine en casa -tv, dvd- un pobre sucédaneo. Ese algo es el sentimiento de "comunión" que tienes con el resto de los espectadores cuando estás viendo una película que verdaderamente te impresiona. Yo recuerdo los momentos en que se encendían las luces del Cine Doré, después de ver "Singing in the Rain" o "Dies irae", como algunos de los más intensos de mi vida, no solo por la emoción de haber asistido a una historia maravillosamente contada, sino por el goce de saber que he estado escuchándola y viéndola con un grupo de desconocidos, que han sentido lo mismo que yo y que se sienten tan felices como yo con ello. Es algo que me hace recuperar la fe en la especie humana.
Tengo que escribir un post sobre esto :D
Por cierto, que he cambiado la dirección de mi blog, he puesto la nueva en facebook.
Yo siempre he dicho que el cine aúna todas las artes: tiene música, tiene literatura, teatro, e incluso escultura o pintura. Por eso para mí es la forma más perfecta de arte.
Al fin y al cabo, el arte suele imitar a la vida (cuando no es muy abstracto), y el cine lo hace mejor que ninguna otra arte.
Y para los soñadores como un servidor, es la mejor fábrica de sueños.
Eso sí: siempre defenderé que se vive más una historia leída (novelas) que proyectada, porque transcurre dentro de tu cabeza y es más intensa e impresiona más. La mejor prueba es una historia de terror: seguramente no nos impresionará tanto ver un monstruo o fantasma "físicos", imaginados por los cineastas, que aquellos que podamos concebir en nuestra mente...
Ide, es cierto que una parte importante del disfrute de una película es verla en una sala de cine, pero en mi caso no por compartirla con el público, sino por las condiciones de una buena pantalla, una buena proyección y la sala oscura.
Ese sentimiento de "comunión" que mencionas lo encuentro más fuerte por ejemplo en una obra teatral, un concierto de música o un espectáculo deportivo. Es verdad que no es lo mismo ver una peli solainas que en una sala repleta, pero casi me resulta más cómodo hacerlo en esa sala de cine a unas horas dónde haya menos gente para compartir/disfrutar/sufrir ese par de horitas de proyección de una película.
Ya he tomado nota de la nueva dirección de tu blog. Saludos.
Lord Ruthwen, veo que estamos completamente de acuerdo en la valoración del cine como el arte más completo. Y también en esa manera tan intensa de vivir una historia leída dentro de la cabeza.En el caso del terror, pues la verdad es que a mí pasar miedo me encanta, lo que ocurre es que eso me pasa muy pocas veces, casi ninguna.
Publicar un comentario