Hace unos meses escribí una reseña sobre The Wolf Man (El hombre lobo, 1941); un clásico del cine terrorífico de monstruos de la productora Universal. Ahora acabo de ver el remake que éste mismo año ha estrenado Joe Jhonston y paso a dar mi modesta opinión.
El mito del hombre lobo, ha sido tratado en el cine en bastantes ocasiones, aunque no tiene un número tan importante de películas como otros mitos terroríficos, caso de Drácula o Frankenstein. En los años 40 se hizo su versión más famosa, y ya en su siguiente película, Frankenstein meets the Wolf Man (Frankenstein y el hombre lobo, 1943); su protagonismo es compartido, en segundo lugar del título, para ya luego pasar a ser uno más de los terrores que salen en los cócteles de monstruos sucesivos de esta productora.
No es un mito que el cine haya abandonado nunca ya que la como ejemplos más reseñables, la británica Hammer se atrevió con The Curse of the Werewolf (La maldición del hombre lobo, 1961), el español Paul Naschy lo hizo su personaje más popular desde La marca del hombre lobo (1968), o en los últimos años fueron apareciendo más y más películas de buena factura sobre la licantropía, caso de An American Werewolf in London (Un hombre lobo americano en Londres, 1981), The Howling (Aullidos, 1980) o The Company of Wolves (En compañia de lobos, 1984).
Así que como me gusta mucho el tema, en principio, me interesa una historia en la que se pretende revisar un clásico del cine de terror y hasta allí me llevo mis ansias de disfrute cinematográfico. La verdad con bastantes miedos por que este tipo de revisitaciones no suelen convencerme y me dejan más bien cabreado.
Benicio del Toro y Anthony Hopkins están en los papeles principales de la película, el primero me recuerda en su sufrimiento a Lon Chaney Jr, aunque éste último fuera mucho peor actor; y además también suelta la pasta como productor. Las partes más interesante son las concernientes a las transformaciones del monstruo, la eterna lucha por el hombre contra su bestia interior, el amor como fuerza salvadora y algunas escenas que me interesan como aficionado al género, tal es el caso de la parte en que el monstruo es encerrado en un hospital psiquiátrico para curarse de su enfermedad y la carnicería que se monta cuando es mostrado en un auditorio lleno hasta los topes.
Lo malo es que no todo era necesario para contar esta historia, no todo lo que se usa para mostrar el relato me parece adecuado, por lo que me encuentro con que me sobran los sustos innecesarios (desde la primera escena), el regocijo en mostrar sangre y cuerpos destrozados al estilo gore, o el previsible enfrentamiento entre hombres lobos que adivino mucho antes de que suceda.
Seguramente esta película no consiga convencer a casi nadie, ni a los muy aficionados al género, ni a los que se acerquen a ella buscando una buena historia sin más. Y si la idea era que fuera el germen de un nuevo serial sobre el hombre lobo, no creo que germine, aunque algunos como yo nos neguemos a darle un suspenso porque el bichejo que aparece cada noche de luna llena es parte de nuestra historia como espectador y aquí, por lo menos, se le ha tratado con ganas de hacerlo bien.
4 comentarios :
Una película de la que esperaba mucho, porque el trailer me pareció estéticamente precioso, pero da la impresión de estar montada a tijeretazos y acabó finalmente decepcionándome. Sí que es cierto que la fotografía me parece muy bonita y evocadora, con esa mansión,los páramos y el Londres decimonónico, pero poco más. Benicio llega a recordar en su caracterización a Lon Chaney, pero a Anthony Hopkins lo tengo atragantado desde que, en mi opinión, destrozó el personaje de Van Helsing en el Drácula de Coppola... Un histrión repetitivo... Lástima que la película no llegara a más.
A mi Anthony Hopkins también es de lo que menos me gusta de ésta película. Había leído que daba mucha presencia a su personaje, que la peli ganaba con su actuación, pero...a mi no me convenció. Prefiero la cara atormentada de Benicio del Toro que lo hace bastante bien.
En el Drácula de Coppola no me disgustó mucho Hopkins. Mi Van Helsing preferido es el de Peter Cushing y es que los Dráculas de la Hammer en mi opinión, no tienen comparación con el resto.
¡Que te voy a decir yo de Peter Cushing, que es mi actor favorito! Ahora, eso sí, con todos mis respetos a Christopher Lee, pero me encanta el Drácula de Gary Oldman y creo que es la interpretación más completa y compleja que se ha hecho del personaje.
Es que el Drácula de Coppola tiene una complejidad absoluta y la interpretación de Gary Oldman está a la altura del mito, de la novela de Stoker y de la apuesta cinematográfica del director por buscar el espíritu de terror-amor-erotismo del personaje.
En cambio, las peĺículas de la Hammer tienen algo que me subyuga, una atmósfera malsana, un terror que da miedo, un Drácula que impone, no sé...igual es porque las he visto de joven y eso marca mucho, pero siguen siendo mis preferidas.
Y no digamos de los Frankenstein de Fisher...¡esos me chiflan!!!
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