El director chino Wong Kar Wai tiene un reconocido estilo autoral que ha tenido mucha aceptación crítica en la mayoría de sus films. Los más destacados de su filmografía son Chunking Express (1994), Happy Toghether (1997) y sobre todo, las aclamadas In the Mood for Love (2000) y 2046 (2004).
Decir que solamente conozco la última de las cuatro mencionadas en el párrafo anterior, es descubrir que me acerco más virgen como espectador a su primera incursión en una producción rodada en inglés y con actores no asiáticos. Éste salto de lengua y de intérpretes, hizo que algunos vaticinaran que sería no adecuado para su cine, pero no acertaron porque ha seguido manteniendo su estilo visual y su manera de contar historias.
Jeremy es el propietario de un bar neoyorquino y por allí aparece Elizabeth, que herida de desamor, le entrega las llaves de su vivienda para que se las devuelva a su pareja cuando venga a recogerlas. Jeremy tiene un bote lleno de llaves similares y cada uno con su historia concreta. Ambos compartirán una amistad hasta que ella escape a recorrer otros bares en otras ciudades que le alejen del lugar dónde le han roto el corazón.
Luces de neón, ralentizaciones, música exquisita, planos en los que se interponen escaparates, y un cuidado estilismo visual que no por ello, abandona lo importante: contar una buena historia. A veces el estilo se recrea en exceso, aunque siempre aparecen los rostros de los actores, la montaña rusa del amor, la sensibilidad del que está detrás de la cámara, para traspasar lo amanerado de la imagen y llenar la pantalla de emoción.
Una gozada disfrutar con las brillantes interpretaciones de Jude Law, Norah Jones, Rachel Weisz, David Strathaim y la preciosa Natalie Portman. El cruce de varias historias, mantiene el nexo común de la relación de los protagonistas, que no acaparan todo el metraje. Más bien se enriquecen con el resto de los personajes, y cómo es inevitable al final vuelven a ser ellos lo importante en la pantalla, ya que es lo que cómo espectadores estamos esperando, desde que ella entró en el bar de Jeremy.
Decir que solamente conozco la última de las cuatro mencionadas en el párrafo anterior, es descubrir que me acerco más virgen como espectador a su primera incursión en una producción rodada en inglés y con actores no asiáticos. Éste salto de lengua y de intérpretes, hizo que algunos vaticinaran que sería no adecuado para su cine, pero no acertaron porque ha seguido manteniendo su estilo visual y su manera de contar historias.
Jeremy es el propietario de un bar neoyorquino y por allí aparece Elizabeth, que herida de desamor, le entrega las llaves de su vivienda para que se las devuelva a su pareja cuando venga a recogerlas. Jeremy tiene un bote lleno de llaves similares y cada uno con su historia concreta. Ambos compartirán una amistad hasta que ella escape a recorrer otros bares en otras ciudades que le alejen del lugar dónde le han roto el corazón.
Luces de neón, ralentizaciones, música exquisita, planos en los que se interponen escaparates, y un cuidado estilismo visual que no por ello, abandona lo importante: contar una buena historia. A veces el estilo se recrea en exceso, aunque siempre aparecen los rostros de los actores, la montaña rusa del amor, la sensibilidad del que está detrás de la cámara, para traspasar lo amanerado de la imagen y llenar la pantalla de emoción.
Una gozada disfrutar con las brillantes interpretaciones de Jude Law, Norah Jones, Rachel Weisz, David Strathaim y la preciosa Natalie Portman. El cruce de varias historias, mantiene el nexo común de la relación de los protagonistas, que no acaparan todo el metraje. Más bien se enriquecen con el resto de los personajes, y cómo es inevitable al final vuelven a ser ellos lo importante en la pantalla, ya que es lo que cómo espectadores estamos esperando, desde que ella entró en el bar de Jeremy.
5 comentarios :
Conozco bastantes de sus películas y me parece un director fascinante. A ésta le tenía un poco de miedo, el salto a EE UU, otros actores… Sin embargo me encantó:
http://tartarugamxica.blogspot.com/2009/07/my-blueberry-nights.html
Siento discrepar, pero "My Blueberry nights" me parece una película mediocre. La o las historias, sin interés; el estilo visual, impostado y frío.
A ver si va a ser verdad que "Deseando amar" es más vacía que misteriosa y le salió así de redonda por pura casualidad...
Contento de recibir comentarios, ya sean para darme la razón como el de LU, como para discrepar como el de ricard. A todos no nos llegan las historias de la misma manera y lo que a ricard le parece frío a mi me emocionó.
La vi ayer: el estilo visual me gusto...las actuaciones soberbias...la música hermosa...
Me alegro que te gustara Gaviota, yo me quedé bastante pillado (la vi dos veces casi seguidas) y es una peli que se me ha quedado en la cabeza.
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