Por un reportaje en el que el critico Diego Manrique hablaba sobre Bettie Page, me interesé en ver esta película que en España estaba emitiendo Digital+. Según he leído ha tenido bastante éxito, aunque es un producto elaborado para la televisión que en otros países se ha estrenado directamente en DVD.
Bettie Page fue una pin-up (modelo de revista) que se hizo muy popular en los años 50. Sus fotografías en bikini y lencería, con escenas de bondage y sadomasoquismo, siguen siendo famosas, y marcaron tendencia estética. La película cuenta su historia profesional desde los años de juventud hasta el momento en que deja su carrera por el cristianismo.
La mayor parte es en blanco y negro, tal y como eran las fotos de la modelo, y salvo puntuales escenas no hay secuencias en color, que también suelen corresponder con sus fotografías en color cómo, por ejemplo, la portada navideña de la revista Playboy.
Me interesa la historia desde el principio, cuando un inspector de policía se hace pasar por un cliente en una tienda en la que venden material pornográfico. La aparición de la actriz Gretchen Mol interpretando a la protagonista, llena la pantalla y físicamente da el tipo perfecto. Una pena que solamente se haya emitido doblada porque eso me ha hecho perderme muchos matices de su buenísimo papel.
Bettie Page, resulta ser una chica inocente que hace su trabajo sin maldad, sin dar importancia al interés sexual del público masculino que consume sus fotografías. Nunca deja de ser una persona religiosa, con algunos problemas morales, pero siempre alegre y dispuesta a posar en las posturas cada vez más atrevidas que le piden los fotógrafos. La película responde a mis expectativas y me ha gustado poder ver la recreación fílmica que la directora, Mary Harron, también responsable de American Psycho, hace de ésta famosa pin-up norteamericana.
Bettie Page fue una pin-up (modelo de revista) que se hizo muy popular en los años 50. Sus fotografías en bikini y lencería, con escenas de bondage y sadomasoquismo, siguen siendo famosas, y marcaron tendencia estética. La película cuenta su historia profesional desde los años de juventud hasta el momento en que deja su carrera por el cristianismo.
La mayor parte es en blanco y negro, tal y como eran las fotos de la modelo, y salvo puntuales escenas no hay secuencias en color, que también suelen corresponder con sus fotografías en color cómo, por ejemplo, la portada navideña de la revista Playboy.
Me interesa la historia desde el principio, cuando un inspector de policía se hace pasar por un cliente en una tienda en la que venden material pornográfico. La aparición de la actriz Gretchen Mol interpretando a la protagonista, llena la pantalla y físicamente da el tipo perfecto. Una pena que solamente se haya emitido doblada porque eso me ha hecho perderme muchos matices de su buenísimo papel.
Bettie Page, resulta ser una chica inocente que hace su trabajo sin maldad, sin dar importancia al interés sexual del público masculino que consume sus fotografías. Nunca deja de ser una persona religiosa, con algunos problemas morales, pero siempre alegre y dispuesta a posar en las posturas cada vez más atrevidas que le piden los fotógrafos. La película responde a mis expectativas y me ha gustado poder ver la recreación fílmica que la directora, Mary Harron, también responsable de American Psycho, hace de ésta famosa pin-up norteamericana.
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