16 de febrero de 2010

THE CAMERAMAN (El cameraman, 1928) – Edward M. Sedgwick y Buster Keaton



Con esta película empezaría una nueva etapa en el cine de Buster Keaton. Su contrato con la Metro Goldwyn Mayer le quitaría libertad creativa y le alejaría de su equipo habitual de técnicos. Dentro de esta gran productora, Keaton haría sus dos últimos grandes largometrajes y The Cameraman es el primero de ellos, dirigido por Edward M. Sedgwick al que en algunos sitios como la IMDB se le agrega como director no acreditado.

No es una película perfecta, tiene secuencias irregulares dentro de un argumento con también partes magníficas. Keaton es un operador de cámara que intenta trabajar para la MGM por la simple razón de que se ha enamorado de una empleada, la guapa actriz Marceline Day. Su aprendizaje en el uso de la cámara le lleva a realizar varios desaguisados y finalmente gracias al artilugio consigue grabar la acción que le dará el trabajo así como su acto de heroísmo con el que logrará el amor de la chica.

Fue la película más taquillera de toda la filmografía de Keaton y su personaje tal vez sea uno de los que más se ganan la simpatía del público del total de su carrera. Aquí es el amor el que impulsa sus acciones y aunque se echa de menos el surrealismo de otras cintas, la historia de amor funciona y algunas escenas mantienen la pureza de su humor. Me resulta un largometraje en el que ya se echa de menos el sonido hablado porque aunque hay gags visuales, parece cómo si necesitara dialogo en algunas escenas. Mi parte preferida es cuando se cambia de ropa en el minúsculo vestuario de la piscina junto con otro bañista, así como la divertida secuencia en la que espera la llamada de la chica desde su casa y luego corre hacia la de ella, mientras la chica sigue hablando por teléfono.

0 comentarios :