Sin necesidad de estrellas ni otros adornos que le aporten comercialidad, los hermanos Coen demuestran con Un tipo serio su independencia cinematográfica. Es una obra muy de ellos con su inconfundible humor negro y su reconocible factura visual.
Un profesor de matemáticas, judío y con una vida apacible, ve cómo el mundo se desmorona a su alrededor desde que su esposa le anuncia que quiere separarse para dejarle por un viudo. Retrato cínico de una familia judía norteamericana de los años sesenta, no escatima la crítica subersiva sobre los judíos y su apego a la ayuda de la comunidad, a los rabinos, la religión y su fe en Dios. El prólogo, un breve relato independiente del resto del argumento, es como un aperitivo con muy buen sabor.
El principio de incertidumbre que el matemático explica en el instituto, sirve de metáfora de la mirada no creyente sobre la vida. Cualquier cosa puede pasar: su mujer pretende dejarle por otro, sus hijos parecen unos extraños insensibles a su devenir, la atractiva vecina que toma el sol desnuda puede corresponder a sus deseos sexuales, un alumno asiático pretende sobornarle para que le apruebe y sus antes apacibles sueños se llenan de escenas agobiantes y premonitorias de la cuesta abajo que ha tomado su existencia.
Al contrario que su personaje, los hermanos Coen, no caen por ninguna cuesta y tan geniales cómo siempre, no rebajan el nivel de su buena filmografía. Vuelven a crear una obra fiel a su estilo, tal vez menos amigable para el espectador menos condescendiente con un relato adulto y sin efectismos. A mí me atrapa el relato de las desventuras de este judío matemático excluido de su propio hogar e incapaz de reaccionar ante el nuevo rumbo de su incierta vida. Supongo que no todo el mundo estará de acuerdo en aceptar que la vida es así de incierta y menos a hacerlo bajo el prisma del humor de los Coen. En mi caso sí y por eso me gusta esta película.
3 comentarios :
¡Hola!
He encontrado el enlace de tu blog en Filmaffinity y me he hecho seguidor, me gusta bastante.
Yo también tengo un blog de cine: http://dosparalatres.blogspot.com/
Un saludo y ánimo.
Esta película se me escapó en el cine y la reciclé la semana pasada en vídeo. La verdad es que me dejó un poco indiferente. Supongo que es ese humor tan sutil de los Coen que comentas, pero me quedé un tanto perplejo con el final.
Los Coen me ofrecen para mi gusto una de cal y otra de arena: algunas de sus películas me gustan bastante (El Gran Lebowski, O Brother, Arizona Baby), otras me dejan igual, como esta o "No es país para viejos"...
Un detalle que me gustó mucho fue que la película contiene un montón de canciones de un disco que me gusta mucho: Surrealistic Pillow (1967), de Jefferson Airplane, así como numerosas alusiones al grupo, como cuando el niño visita al gran rabino y este empieza a recitarle la canción "Somebody To Love". Naturalmente, es una broma que sólo la pillamos los que la conocemos...
Lo del disco no lo conocía, pero a un rockero como tú eso no se le escapa, :)
A mí si que me gustó, no sé, me enganchó la historia y reconocí el estilo y el humor de los hermanos Coen.
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