No recuerdo el estreno de esta película que se me debió de escapar y que ahora he recuperado porque me la ha dejado un conocido.
Es la historia de un niño de siete años que cree ser una niña porque tiene gustos del sexo femenino: muñecas, vestidos o bailes. Sus padres no le dan demasiada importancia pensando que todavía es muy pequeño pero el drama social y familiar les golpea cuando pasa a decir que quiere ser una niña, que se va a casar con su mejor amigo del colegio o cuando pregunta por el significado de la palabra marica. El niño no entiende que su sea una fuente de problemas laborales, escolares, médicos, familiares y de rechazo de los que le ven cómo diferente. Los padres aunque son personas abiertas acaban desbordados por algo desconocido y se ven envueltos en un problema que no saben afrontar. Les cambia el carácter y muestran todos sus prejuicios ante algo que no asimilan.
Una bonita película que trata el tema de la homosexualidad infantil con mucho tacto. El niño no entiende de sexo solamente sabe que a él le gustan las cosas que les gusta a las niñas y aunque intenta integrarse en su rol masculino no consigue escapar de lo que le pide su identidad.
El relato se articula con unas imágenes de colores llamativos, dentro del género de la comedia familiar, sin ningún resquicio para la crudeza del tema sino más bien cómo crítica a un ambiente burgués que no sabe como asimilar a un niño homosexual dentro de su idealizada comunidad. Las imágenes también nos muestran el mundo fantasioso del niño que imagina un hada protectora que le ayudará a cambiar de varón a hembra para que los problemas se acaben y sus padres le sigan queriendo. Fantasía y realidad se juntan en un relato amable apto para todos los públicos pero muy interesante por ser un tema muchas veces tabú en las familias o colegios y que su director belga ha llevado con elegancia en su primera película.
0 comentarios :
Publicar un comentario