Tim Burton es un director con un universo particular en el que prima la imaginación y la fantasía. Sus películas nunca me dejan indiferente, ni por su argumento ni por su estética.
Con Big Fish entramos en la relación entre un padre y su hijo en el que éste último ha dejado de hablar con su progenitor porque no le perdona que siempre le haya contado cuentos en vez de verdades sobre la vida. El padre tiene una enfermedad terminal y su hijo decide ir a verle. Con la relación entre ambos veremos los saltos temporales entre realidad y ficción que nos mete de lleno en los cuentos productos de la inventiva del padre.
En eso consiste, Big Fish, en un bonito cuento con personajes y situaciones de cuento: gigantes, brujas y pueblos fantasmas. Tal vez se echa en falta, para un seguidor del director, que no sea una película con un universo negro, como suelen ser las películas de Burton, ya que aquí el mundo de fantasia no es nada siniestro.
Muy bien las interpretaciones de los actores principales, especialmente de Albert Finney y Edwan McGregor que recrean al mismo personaje de viejo y de mayor. También están adecuadas las actrices Jessica Lang y Helena Bonham Carter (la esposa del director) ue dan el toque romántico a la historia.
No creo que esta película esté al nivel de mis preferidas de Tim Burton: Eduardo Manostijeras y Bitelchus, pero sí que es una película que vale la pena y no desmerece su filmografía. Mi próximo film de Burton será Sweeney Todd que me tiene muy buena pinta.
0 comentarios :
Publicar un comentario