Un clásico de la ciencia ficción y del terror. Una película que tuvo dos secuelas y un remake, que me sigue pareciendo una absoluta obra redonda.
La narración de la historia, la forma en que se articula el relato a los ojos del espectador es uno de sus mayores aciertos. Empieza con el descubrimiento de una cadáver de un científico y con la confesión de su esposa de que ella ha sido la que le ha matado. El jefe de la policía y el hermano del fallecido la interrogan pero ella no entra en los detalles del asesinato, solamente muestra una especie de locura agudizada por su obsesión con las moscas, especialmente con una mosca con la cabeza blanca. A partir de que ella cuente lo que ocurrió antes de la muerte de su marido, hay un largo flashback dónde vemos como éste investiga una máquina de teletransportación y la parte terrorífica de la historia comienza cuando tiene problemas al usarla sobre sí mismo.
Esta perfecta narración junto con varios golpes de efecto que golpean con fuerza en el relato, hacen de la película una perfecta combinación de suspense, entretenimiento y secuencias e imagenes poderosas que no se pueden olvidar facilmente. La mosca siempre me ha parecido una gran película que tiene todo el encanto y magia de un cine fantástico sencillo pero poderoso que no necesitaba de la pirotécnica de unos grandes efectos especiales sino simplemente de la fuerza de un buen argumento y una magnífica narración cinematográfica.
Tuvo dos secuelas: Return of the fly (1959) - Edward L. Bernds y Curse of the fly (1965) - Don Sharp; así como un remake The fly (1986) - David Cronenberg y su secuela The fly II (1988) - Chris Walas.
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