14 de enero de 2008

THE UNHOLY THREE (El trío fantástico, 1925) – Tod Browning




Sobre esta película había leído muchas cosas. Al ser aficionado al cine fantástico, no fue raro encontrar reseñas sobre ella en las filmografías de Tod Browning y Lon Chaney.

Llevo meses, con escaso ritmo, viendo películas fantásticas mudas, y ayer visioné este film, cuya traducción del título original sería algo así como “El trío impío”, es decir, el trío sin piedad. Aunque en algunos sitios la colocan en el género fantástico, ahora que la he visto, tengo claro que se trata más bien de un film de suspense, ya que ni en su desarrollo ni espíritu. hay elementos fantásticos de ningún tipo. Tal vez, el título español, también ha mantenido este equívoco.

Es la historia de tres personajes que actúan en ferias callejeras: un ventrílocuo, un enano y un forzudo; los cuales forman una asociación para delinquir. El cuarto personaje del grupo es una chica carterista y pareja del ventrílocuo. Su sede de operaciones es una tienda de animales desde dónde contactan con clientes a los que luego roban en sus casas. Para ello, el ventrílocuo se disfraza de anciana, el enano de niño y el forzudo de persona simplemente respetable. Venden un loro, que no habla salvo cuando el ventrílocuo le presta su voz, a un cliente al que luego roban. Pero para hacerlo tienen que matarle y acabaran implicando a un empleado que tienen en la tienda, del que está perdidamente enamorado el personaje femenino del grupo.

Browning tiene en su filmografía varios trabajos en los que los espectáculos de feria o circenses son parte fundamental de la trama, como Freaks (La parada de los monstruos, 1932) y The unknown (Garras humanas, 1927). Su interés por los personajes extraños, fuera de los cánones normales de aspecto y de vida, le hizo acudir a ellos en varias de sus películas.

The unholy three, es un film de suspense con elementos morbosos en la elección de los personajes y en ciertos aspectos de la trama. El enano vestido de niño fumando un puro, el ventrílocuo disfrazado de anciana y el forzudo Hercules, son los tres personajes raros, principales de esta película; pero también hay otra galería de extras cómo las siamesas, el tragasables o la mujer gorda, que aparecen en la primera secuencia.

El suspense queda magistralmente confeccionado en dos escenas sublimes. La primera en la que el policía juguetea con el objeto que contiene el collar robado, mientras el enano-bebé llora para intentar que se lo devuelva. Y otra en la que el ventrílocuo ha dado un papel al acusado en el juicio para que se deje doblar la voz en su testimonio, papel que éste y su abogado defensor se pasan de uno al otro, sin llegar a leer durante varios minutos.

Lon Chaney es la gran estrella de la película. Su disfraz de anciana y la parte final en la que ha perdido a la chica y vuelve a ser el ventrílocuo que usa a su muñeco, son admirables. Igual pasa con el personaje del enano interpretado por Harry Érales, un gran actor con un gran papel y que también lo borda en Freaks, Y el tercer miembro del trío es Victor McLaglen, al que recuerdo en El delator de John Ford. El papel de la chica es interpretado con mucha sensibilidad, magníficos sus primeros planos, por Mae Bush.

El trío fantástico tuvo un remake sonoro en 1930, dirigido por Jack Conway, y de nuevo interpretado por Lon Chaney. No lo he visto todavía, ya que aunque tengo copia no consigo los subtítulos. Este fue el último papel de Chaney antes de fallecer víctima de un cáncer de garganta y tengo curiosidad por saber si el remake supera a la gran calidad del film mudo original del que me he ocupado en esta entrada.


 *Publicado el 20/6/07 en Apuntes sin papel.

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