Finalizo cinematográficamente el año 2011 aunque esta reseña la escriba pasados un par de días del nuevo año, viendo Monsters que sigue la estela de las últimas aportaciones al género de la ciencia ficción humanista como es el caso de Moon o District 9, con la evidente falta de presupuesto de una historia en la que se parte de un planeta Tierra infectado de alienígenas.
Estados Unidos protege su territorio de la invasión extraterrestre que asola al vecino México y el viaje hasta la frontera de dos norteamericanos es la excusa argumental para hablar de política, amor y soledades varias. Así con una puesta en escena que no busca la brillantez formal que evita mostrar a la amenaza en aras de un estilo efectivo y realista, se consigue un ambiente eficaz y la implicación emocional con el devenir de sus protagonistas.
Solamente en su parte final, los efectos digitales serán más evidentes pero hasta llegar allí, la trama se alimenta de las buenas interpretaciones de Scoot McNairy y Whitney Able. El director es novato en estas lides pero la opera prima no pasa desapercibida por originalidad y fidelidad a su propuesta de principio a fin.
Lo reseñable es su buena combinación de tensión y discurso político, en el que da igual que nuestro mundo esté amenazado por seres del espacio exterior cuando siempre nos quedan los recursos afectivos de la humanidad para salir adelante. Lo menos jugoso es que se abusa de una narrativa lenta y poco espectacular en la que las sorpresas esperadas no llegan a hacerse reales. Estoy seguro de que eso habrá decepcionado a muchos de los espectadores pero a mí me compensa el lirismo de su parte final y me deja un buen recuerdo como aficionado al género.
3 comentarios :
Esta película la reciclé ya en DVD. No acierto a ver tantos matices como tú encuentras porque soy mucho más simple de conformar, pero sí, me pareció curiosa y entretenida.
También me conformo con que me entrengan pero si además me turban, impactan, me dejan huella emocional pues....¡me quedo mucho más contento de haber visto la peli!
Sí, pero de esas hay muy pocas...
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