Última película muda de Harold Lloyd que además destaca por el rodaje en exteriores, principalmente las calles de Nueva York y en el parque de atracciones de Coney Island.
La actriz protagonista es Ann Christy que sustituye a Robina Ralston después de que hubiera interpretado las últimas seis películas de Harold Lloyd, en cambio la nueva actriz no volvió a repetir con él. También interviene el jugador de béisbol Babe Ruth, toda una leyenda de este deporte que participó en otras películas, sobre todo en la famosa The Pride of the Yankees (El orgullo de los Yankis, 1942) - Sam Wood.
No se trata de una historia demasiado complicada: Harold es despedido de sus trabajos porque le gusta demasiado el béisbol. Como el padre de su novia es extorsionado para que abandone su tranvía de caballos, el único que queda en Nueva York, el valiente joven se enfrentará a los matones con ayuda de los comerciantes del barrio. Con estos ingredientes, tenemos una comedia urbana, sencilla y divertida.
Aparte de la curiosidad de poder contemplar las calles de Nueva York a finales de los años 20, justo antes de la Gran Depresión, sirve para demostrar que Harold Lloyd es el cómico más urbano del cine mudo. Su personaje es un tipo normal que vuelve a hacer un acto de valentía cuando es necesario.
En general, la trama se me hace cansina (de nuevo una escena de acción en la parte final) pero la veo entretenido y celebro algunos de sus ocurrentes gags. Finalmente no me gusta tanto como otras de las películas del cómico y la termino con ganas de pasar a su etapa sonora.
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